Paquita, se queda corazón del pueblo
Cientos de personas acompañaron a la cantante por distintas partes de la CDMX para despedirla entre cantos
Redacción – Dimensión
Paquita la del Barrio no fue sólo una cantante que le decía sus verdades a los hombres, Paquita era una mujer llena de experiencias, anécdotas y buen corazón, por eso su repentina partida el pasado 17 de febrero sacudió no sólo al mundo artístico, sino a todo el público.
Y es que sí, era una estrella que cantaba lo mismo en un centro nocturno pequeño que en el Auditorio Nacional o a lado de Genitallica en el Vive Latino, y fue justo ese carisma, humildad —de saberse una estrella y no enloquecer con su estatus— y sencillez lo que hizo que ayer cientos de personas se reunieran en Casa Paquita, su hogar en la CDMX, para despedirse de ella.
Decirle adiós a Paquita no es cualquier cosa, ni tampoco se puede hacer sin música y sin el sentir del pueblo, por eso, antes de las 11 de la mañana, el barrio comenzó a juntarse frente a la casa en la colonia Guerrero para darle el último adiós con fotos, flores, cantando sus canciones y haciéndole saber, donde sea que se encuentre, el cariño que se le tenía, no sólo por su música, sino porque fue una de las pioneras en hacerle frente a los temas de desamor a las mujeres con canciones que señalaban a los hombres.
Tras un recorrido por las calles de la Ciudad de México, con parada en Garibaldi y el mercado Martínez de la Torre, las cenizas de Paquita llegaron a la calle Zarco de la Guerrero (colonia que la vio crecer como artista y que nunca abandonó). Ahí sus vecinos y los locatarios del mercado la esperaban acompañados de cientos de personas que querían expresarle su cariño.
Los locatarios, así como los dueños de establecimientos a la redonda del número 202, detuvieron sus actividades para recibir a la cantante, quien llegó en la clásica carroza de los años 30 de la funeraria García López —la misma que en noviembre pasado transportó los restos de Silvia Pinal—, y ahí, fuera de su casa, el templete colocado por la alcaldía Cuauhtémoc con el grupo Saborcito Sinaloense, que estuvo tocando durante la llegada de la cantante.
MISA COMPARTIDA
Poco antes de la una de la tarde, Paquita llegó a su casa y ahí, donde hubo shows, espectáculos e interminables sobremesas en el restaurante, estaba todo listo para llevar a cabo una misa. Las cenizas de la intérprete de Rata de dos patas, que se encontraban en una urna de cristal en forma de mariposa morada, se colocaron en el altar, donde dos fotografías suyas resaltaban: una con Tongolele y otra con Daniel Bisogno, quienes también fallecieron esta semana.
Así como comparten la muerte también pedimos que compartan la resurrección”, dijo el Padre José de Jesús Aguilar, sacerdote encargado de auspiciar la misa en la que amigos, familiares y medios de comunicación oraron por Paquita.
Pero siendo Paquita una figura de la cultura popular y de la escena musical, su misa estuvo en el nivel casi celestial cuando el mariachi, apostado detrás del altar, dieron vida a cantos como Aleluya y Gloria a ti señor, entre otros, dándole ese toque cercano con los presentes que Paquita siempre mantuvo.
Agradezco ese amor, ese apoyo, ese cariño que México le ha brindado; ella sintió siempre el aplauso de cada uno de ustedes, ese cariño, mi hermana fue una mujer fuerte y guerrera”, dijo Viola Dorantes, hermana de la cantante al término de la ceremonia.
Gustavo Alvite, locutor de radio, también tomó el micrófono y expresó su admiración y sentimiento por Paquita, pero resaltó que fue ella, antes de cualquier campaña mediática o gubernamental, una de las primeras personas en levantar la voz, de una forma muy peculiar, en contra del maltrato a las mujeres
Manuel Eduardo Toscano había hecho una canción, de mucho éxito contra las mujeres, hasta ese tiempo los tríos se habían dedicado a cantar a la mujer canciones que los compositores hacían para mujeres de una ocupación muy especial. Y así nació Aventurera, Perdida… todas estas canciones que se cantaban de lo que entonces se llamaba el arrabal.

Como un acto de estricta justicia, don Emilio Jiménez domina a Paquita la del Barrio, ahí es donde empieza la magia, donde sin ningún aparato estruendoso o espectacular que se aplicaba a otros artistas, llega al radio y luego al resto de los medios con éxitos y cantando, no de manera deliberada en contra de ellos, simplemente acudía al dolor de la mujer y con esto se reivindicó la condición de la mujer, antes que cualquier aparato gubernamental tratara de defender por cualquier medio a las mujeres surgió una adalid con la que las mujeres se identificaron inmediatamente”, dijo el locutor.
Pero si bien la misa había concluido, no las despedidas. La cantante Rosy Arango tomó el micrófono y acompañada por el mariachi dio vida a Me estás oyendo, inútil, un clásico de Paquita, y no perdió la oportunidad de resaltar que la intérprete originaria de Veracruz, vivirá eternamente en el corazón de la gente a la que tocó su carisma.
Visiblemente afectada, ataviada con un conjunto negro y los ojos con lágrimas, Ana Bárbara también subió al escenario para dedicarle unas palabras a quien fuera una de las personas más solidarias que conoció y con quien hizo el tema Un consejo.
Paquita no se ha ido, se queda en el corazón de toda la gente que la que quería, de los medios de comunicación y de sus inútiles”, lanzó Ana Barbara, con la voz entrecortada y antes de que diera voz a Paloma querida al final del homenaje a la cantante que falleció a causa de un infarto al miocardio a los 77 años.
Ni el sol ni la lluvia hicieron que los seguidores de Paquita desistieran de darle el último adiós, comprobando que el barrio siempre la respaldó.
DESPIDEN A LA MUJER Y A LA VECINA
Cientos de familias de la colonia Guerrero esperaron por horas para poder ver por última vez a su vecina más querida, a Francisca Viveros Barradas, Paquita la del Barrio, y fue a las 12:20 en que llegó la carroza fúnebre con las cenizas de la más querida vecina del barrio.
Desde las 6 de la mañana llego un pequeño grupo de fanáticos, quienes ya habían ganado su lugar a un costado de Casa Paquita, ubicada en la calle de Zarco 202, la cual fue cerrada a la circulación desde la calle de Luna, hasta Estrella. En su interior, los preparativos comenzaron desde un día antes y el mariachi Son de Hidalgo llegó a las 10 de la mañana para ensayar las canciones de homenaje a Paquita.
Siento un nudo en la garganta al saber que se nos fue nuestra Paquita y ahora quién le va a cantar a los inútiles y a esas ratas de dos patas como lo hacia ella, quien fue la única mujer que con sus canciones se enfrentó al machismo.
Tengo 75 años de edad y vengo de la colonia Vallejo y desde las 9 de la mañana, y no importa el tiempo que deba esperar, lo importante es poder verla y despedirla porque soy su fan, la he seguido por televisión, fui dos veces al Auditorio Nacional a verla y vi su trayectoria en las telenovelas y de sus canciones he dedicado la de Cheque en blanco, Arrástrate, Tres veces te engañe y Perdida”, expresó Lourdes Barrientos.
Por su parte, Emma González, de 81 años, de Coacalco, Estado de México, llegó desde las ocho de la mañana y expresó que iba con “mucha tristeza y con mucho amor para despedir a la mujer que nos dio fuerza para enfrentar al hombre malo.”
José Luis García, alias Jhoanfa, imitador de Paquita y de Juan Gabriel, llegó del Estado de México de la zona mazahua y nos comentó que no podía perderse la oportunidad de estar en este homenaje a Paquita la del Barro.
Paquita es la reina del pueblo, no fue mujer de escándalos y siempre daba muy buenas canciones. La recuerdo mucho en un concierto de Juan Gabriel y fue la sorpresa de la noche cuando Paquita”, expresó.