¿Qué viene?
Consintiendo
Sean Osmin HAMUD RUIZ
Y se aprobó la reforma judicial. Y sin el mínimo análisis, sin recato alguno, los congresos estatales prestos estuvieron a, en horas, dar el apoyo requerido para completar lo “legalmente” necesario.
La yunesca traición y la barredezca ausencia fueron los botones de muestra de la “eficacia” solicitada por el presidente.
Por otro lado, pareciera que el poder judicial no se dejará e intentará lo posible por detener la implementación de esta reforma, cosa positiva. No se puede cejar en el intento de hacer valer la división de poderes. Ojalá se consiga.
Pero el asunto es el medio ambiente que se genera con este actuar del sistema. Un entorno de incertidumbre hosco y además innecesario. Con los sabidos resultados electorales podrían haber transitado de manera técnica, metodológica y elegantemente sin contratiempos. Pero no, la denostación del poder fue indispensable para ellos.
Cuando se podía pensar que el Nearshoring y la muy próxima renegociación del TMEC iban a representar el puntal del crecimiento económico para los próximos 10 años en nuestro país, la incertidumbre jurídica semblanteada con el estridente actuar en el senado, funcionará como diluente de esa posibilidad.
Y algo se hará, ya sean jueces, magistrados y ministros; sociedad civil, empresarios, socios comerciales, pero ahora el problema no tiene que ver con el asunto de si persistirá o no la reforma, la arista está en el atrevimiento. Los modos y formas empleados. El mensaje enviado es contundente, para satisfacer nuestros intereses haremos lo que sea.
Se cocinó el caldo de cultivo ideal para que comience a generarse la desconfianza,
Es difícil creer que son ajenos a las consecuencias que a mediano plazo podrían devenir. Partiendo de lo anterior, entonces se puede pensar que no les importa.
La prioridad es que se entienda, el poder está aquí. Lo usaremos sin discreción, sin mesura y no necesariamente pensando en el bien común.
¿Consensos? Para qué, no solamente no los necesitamos, los despreciamos.
Y la Doctora, desde la barrera, discretamente asintiendo, como CONSINTIENDO.
MICROCUENTO
Aletargado. Temperatura, sonidos, iluminación, algunos aromas; todo comienza a intentar tomar su lugar en mi conciencia. ¿Estuve dormido? ¿desmayado? ¿muerto? Mis dendritas se afanan en conectar neuronas y saber. Comienzan las piezas a embonar para sutilmente mostrar ese momento en que, contento, sentía el aire en el rostro, la adrenalina por todo el cuerpo, un picor en los músculos de las piernas y mis pies enloquecidos sobre las ruedas de esos malditos patines…