Asalto a la embajada mexicana provoca reacción de 28 países
El sorpresivo asalto a la embajada de México en Quito la noche del viernes por parte de la policía local para extraer a Jorge Glas, ex vicepresidente de Ecuador quien ha sido acusado y sentenciado por delitos de corrupción, generó reacciones en contra del Gobierno de Daniel Noboa en la mayor parte de América Latina.
La dictadura de Daniel Ortega fue la primera en reaccionar, al anunciar, como lo hiciera el presidente mexicano, que rompía relaciones diplomáticas con Ecuador “en absoluto rechazo y condena a la barbarie política neofascista del gobierno de Ecuador”.
Otro dictador de la región, Nicolás Maduro, también expresó su condena: “Es un acto de barbarie, algo nunca visto en América Latina. El gobierno de derecha proyanqui violó brutalmente el derecho internacional”.
Maduro se equivocó al decir que nunca se había visto un asalto a una embajada en la región latinoamericana.
Ocurrieron asaltos a las embajadas en 1981, en la sede diplomática de Ecuador en La Habana; en 1996, en la embajada de Japón en Lima; el 31 de enero de 1981 en la embajada de España en Guatemala.
Desde Colombia, el presidente Gustavo Petro comentó que a Jorge Glass “se le violó de manera bárbara su derecho de asilo”.
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Panamá también mostraron su condena contra Ecuador.
Reino Unido y España son dos naciones que también condenaron el asalto a la embajada mexicana. La secretaria de Relaciones Exteriores Alicia Bárcena comentó ayer que 18 gobiernos latinoamericanos -casi toda la región y que abarcó a distintas divisiones ideológicas-, así como 10 naciones europeas, Estados Unidos y Canadá, han mostrado su apoyo a México.