Detectan indicios de actividad geológica en los planetas enanos Eris y Makemake

El telescopio registró isótopos en el borde del Sistema Solar, lo que apunta a presencia de actividad química en el interior de estos planetas enanos

La geología activa, y la química a gran escala que impulsa, requiere enormes cantidades de calor. Los planetas enanos cercanos a los confines del Sistema Solar, como Plutón y otros objetos del Cinturón de Kuiper, se formaron a partir de materiales gélidos y helados y, por lo general, nunca han transitado lo suficientemente cerca del Sol como para calentarse de forma considerable. Es probable que el calor sobrante de su formación se perdiera en el espacio hace mucho tiempo.

Sin embargo, Plutón resultó ser un mundo rico en fenómenos geológicos, algunos de las cuales implicaban una reactivación continua de la superficie del planeta enano. La semana pasada, los investigadores informaron que lo mismo podría ocurrir con otros planetas enanos del Cinturón de Kuiper. La evidencia llega gracias a las capacidades del telescopio Webb, que pudo distinguir diferencias en los isótopos de hidrógeno presentes en las sustancias químicas que pueblan la superficie de Eris y Makemake.

HALLAZGOS INESPERADOS EN LOS PLANETAS ENANOS

Tanto Eris como Makemake poseen mucho hielo de metano en sus superficies y hay indicios de hielo de nitrógeno en Eris, aunque no en Makemake. Sorprendentemente, el monóxido de carbono no aparece en ninguno de los dos cuerpos, aunque es un componente importante de los hielos de los cometas, que también se cree que proceden del Cinturón de Kuiper. Esta es la primera señal de que algo extraño estaría ocurriendo en las superficies de estos cuerpos.

También falta cualquier rastro de las moléculas orgánicas más complejas que suelen formarse cuando el metano se expone a la radiación. Entre ellas están el etano, el etileno y el acetileno. El agua, el dióxido de carbono y el amoníaco tampoco figuran en el espectro.

Nada de esto quiere decir que estas sustancias químicas no estén presentes en los planetas. Solo indica que probablemente no sean componentes principales de su superficie.

Los investigadores también buscaron la presencia de metano con distintos isótopos de su carbono e hidrógeno. Estos incluyen dos versiones distintas del carbono (carbono-12 y -13), así como hidrógeno y deuterio. Estas mediciones se convirtieron en proporciones entre los dos isótopos y estas se compararon con las de otros cuerpos del Sistema Solar.

Se cree que los cuerpos más alejados del Sol están compuestos por materiales con proporciones isotópicas similares a las de la materia prima con la que se formó el Sistema Solar, ya que los isótopos originales se congelaron. Es de esperar que los que están más cerca del Sol sean lo suficientemente dinámicos como para sufrir reacciones químicas que alteren estas proporciones iniciales. Así que los resultados de las imágenes del James Webb eran peculiares, ya que las proporciones de hidrógeno-deuterio son mucho más bajas de lo esperado para el material primitivo del Sistema Solar, como se registró en un análisis del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko efectuado por la misión “Rosetta”.

En cambio, la proporción entre los dos isótopos diferentes de carbono era más o menos la que cabría esperar, lo que sugiere que lo que alteraba la proporción entre hidrógeno y deuterio no lo hacía simplemente en función del peso isotópico.

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