Inicia el jolgorio, se raya la plaza La Petatera, en Villa de Álvarez
Tardado descubrir el centro de la plaza, pero todo en su lugar
Tey Gutiérrez, agradece a tabladeros y artesanos, y otorga reconocimientos
165 años de religión, fiesta y tradición
Karla Gabriela Gómez Torres | Dimensión
Fotos: Carmen Joss González Gómez
Rayando el alba, tantito antes de que hubiera más claridad y con el frío que antojó la canela y el café, previsto para el máximo ritual de los villalvarenses, este domingo 19 de diciembre, se inició el rayado de la plaza de toros La Petatera, en el primer año de administración de la alcaldesa Tey Gutiérrez Andrade.
Además, primer año donde se crea el Instituto de Festejos Charro-taurinos y Exposiciones de Villa de Álvarez, que dirige el primer director, César Octavio “Buritas” Gaytán Colín, y dónde se respiró ambiente de unidad y de deseo, pero sobre todo, petición a San Felipe de Jesús, para que permita con su gracia, a que haya fiesta y toros.
La “coetiza” abrió a las seis y media de la mañana, y a la espera de la autoridad, se arrancó con el protocolo a las siete y cuarto, la mayoría con canela y café en mano, por el aire fresco, en el gran terreno.
Y ante la figura en el anda de San Felipe de Jesús, se anunció la 165 festividad, para que nos cuide de temblores, pandemias, del volcán y más desastres. Ya repartidas las concesiones, para este año, se inicia el rayado que da paso al arrimar la madera, y a la construcción.
El director César Octavio Gaytán Colin, en su intervención, manifestó “Nos queda claro que sí queremos cosas diferentes, tienen que hacerse diferentes, y ahora algo que se hacía muy privado, quisimos que se hiciera público, el ritual para que se valore, a nivel nacional e internacional, cómo se inicia la artesanía más grande del mundo”.
Reconoció a todos los tabladeros, que en la edición 164 (pasada) con esfuerzo y sacrificio, realizaron la plaza, la ofrenda más grande del mundo para San Felipe de Jesús, “a sabiendas de que no habría remuneración, y así, se construyó a costa de todo”.
En ese momento, el presbítero Ricardo Padilla, llevó a cabo la entrega del sombrero y del puñal que se le entregó al mayordomo Rafael Contreras Molina, quien agradeció el obsequio y comprometiéndose a que todo se realizará en la plaza, en tiempo y forma, para tenerla lista y esperando que pueda haber toros.
Fue Don Daniel Guerrero Zamora, que este año cumple 60 años de poner tablado, quien agradeció a la alcaldía el llevar a cabo la construcción de la plaza, “con entusiasmo y contento, porque llegamos a un año más, entusiasmarme, de que siempre habido, y felicitar al comité con jóvenes, para nuevas ideas, y que este año, sean 60 aniversario, de que he tenido tablado y me siento contento y satisfecho. Muchas gracias”.
Es de señalar que por momentos, su voz se quebrantó, gente de gran arraigo en la plaza. Para dejar el micrófono con sentimiento a Rafael Contreras, “estamos orgullosos que otro año volvemos a empezar, primero Dios, y mi padre ande aquí (Pájarito Contreras Tene) y que ojalá sea San Felipe de Jesús, quien nos dé la oportunidad de que haya toros”.
Cerrando el protocolo, Tey Gutiérrez, alcaldesa de Villa de Álvarez, quien mencionó: “Que sea un éxito, que esté a la altura de los villalvarenses, como siempre ha sido y de la gente que nos visita y que nos permita tener feria, San Felipe de Jesús”.
SE ESCONDÍA
Se pasó al ritual, y aunque Rafael Contreras Molina, junto con sus hijos, ya tenían trazado un centro con pabilo de los cuatro puntos del ruedo, se llevaron un buen tiempo en excavar, sin éxito alguno, tal vez sería, porque ¿faltó primero la oración?
Se mandó traer al “Pato” Ramírez, llegó Rigo, se acercó “El Profe” Ponce, y el pozo, se volvió pileta, ya entre risas y nerviosismo, se mandó traer al que no falla, la herramienta rústica que es el alambre con la argolla, y el “Pollo” Romero sugirió tomar de referencia, como decía Don Pedro Ponce (+) “el señor de los corrales”; el árbol de La Rosa Morada.
Y si, ahí picaron y muy por encima, salió la tierra con el aceite, el platillo de material que cubría la manguera y a darle para clavar la estaca, golpes recio daba “Rafai” Contreras Molina, ya así pararse y cruzar con la vara de otate, herencia de su padre, la cruz para dedicar la oración a San Felipe de Jesús y a Jesús de Nazaret, para que todo salga bien.
Y así, el padre Ricardo Padilla bendecir la tierra donde se levantará imponente, grandiosa, llena de energía y esencia, con esa madera que encierra 165 años de historia y tradición, como son los Festejos Charro-taurinos de Villa de Álvarez.