¿Qué viene?
Abatidos
Sean Osmin HAMUD RUIZ
Fiesta, algarabía, amigos, familia.
Bellos atuendos, amazonas y bestias.
Música, canto, baile.
Caos.
Estruendo, gritos, lamentos, polvo.
Azoro, llanto, desesperación, miedo.
Dolor, incredulidad, horror.
La RAE define el acto. No caben las interpretaciones a medias o con matices. Cuando un grupo de perversos planean una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror, hay que enfrentarnos a la realidad, estamos atestiguando una acción terrorista.
No importa que se pretexte que fue un atentado dirigido, personal. El contexto, la forma y los resultados, en su evidencia, no dejan duda. Se trata de que todos sintamos pavor.
Los personajes involucrados y su circunstancia, en este caso, solamente funcionan como agravantes. La petición generalizada por esclarecer lo sucedido suena repetitivo y trillado. La exigencia debe centrarse en que no vuelva a pasar algo semejante.
Ya basta de que la autoridad se lamente, se acongoje y exprese preocupación o condolencias De un tiempo a la fecha como sociedad nos hemos venido diciendo “ya no puede ser más grave esto”, “ya tocamos fondo”, y seguimos descubriendo nuestro error.
Hay que fajarse y plantarse firmemente. Levantar la voz, gritarlo, ¡Basta!
Eso o resignarnos a resultar ABATIDOS.
MICROCUENTO
Hoy no tengo cuentos… solo pesadillas.