Restricciones comerciales entre países de la OCDE aceleraron al cierre del 2023
Portugal, China y Corea del Sur se recuperaron más rápido durante 2023 por las pocas barreras de visado y las reformas en legislación en el acceso a los datos
En medio de la expectativa por las intenciones de los principales bancos centrales del mundo por un recorte en las tasas de interés, que aún no llegan ante una inflación que no se ha desacelerado en la medida esperada, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó su ranking sobre los países con más restricciones al comercio de servicios y concluyó que Rusia e Indonesia son las que más impedimentos tienen para el comercio de este tipo.
La OCDE precisó que los sectores con mayor restricción fueron el transporte aéreo, servicios legales, telecomunicaciones y otros servicios informáticos.
El reporte indica que Rusia e Indonesia son los países que más restricciones imponen al comercio de servicios. Así mismo, entre las 49 economías estudiadas, México fue clasificado en la posición 38 del ranking.
De la misma manera, las dos economías latinoamericanas mejor ubicadas fueron la chilena y la costarricense en las posiciones 10 y 14 respectivamente, por debajo del puntaje de la OCDE.
En términos del país del sudeste asiático, a pesar de que este ha mejorado en la apertura comercial a sectores como el cine, la grabación de sonido y algunos subsectores logísticos, con la aplicación de la Reglamentación número 10 de 2021 sobre el etiquetado obligatorio de mercancías, sectores como la construcción, la arquitectura, la ingeniería, los servicios de distribución y las telecomunicaciones se han estancado.
El caso ruso podría explicarse desde el bloqueo al comercio que ha sido impuesto por diversas organizaciones supranacionales como la Unión Europea a raíz de la guerra que mantienen con Ucrania. Con el “encierro comercial”, las ganancias obtenidas por la oferta de energía a base de gas se redujeron 52% entre 2022 y el año pasado.
A pesar del boom de la inteligencia artificial y la intención de los gigantes informáticos de enfocar sus recursos económicos en el desarrollo de esta tecnología, los sectores de los servicios informáticos y el de las telecomunicaciones son de los más golpeados junto con el de transporte y el de la banca comercial.
Por otro lado, el endurecimiento de las normas de comercio digital y plataformas extranjeras de comercio electrónico representarán durante este año un reto para la evolución de este sector. La evidencia de esto se encuentra en el ranking de Henley & Partners sobre los países de mejor adopción criptográfica en los que Singapur y Suiza lideran el ranking por sus fortalezas en amabilidad fiscal y entorno reglamentario.
Seguido de esto, en la clasificación de la OCDE aparecen con un puntaje de 0.2, cerca del promedio de restricción pero por encima de países como Brasil, China e India en los que sus puntajes superan la media.
En cambio, los países de mejor desempeño fueron Japón, España y Reino Unido y los aquellos con el mejor desempeño de 2022 a 2023 fueron China, Corea del Sur y Portugal.
En el caso chino, el levantamiento de restricciones a la aplicación de visas luego del retorno gradual a la normalidad tras la pandemia, ha generado una mayor apertura comercial. Por su parte, las reformas a la Ley de Protección de datos del país suavizaron las condiciones de traspaso transfronterizo de datos, mejorando en sectores como las telecomunicaciones y los servicios informáticos.
En Portugal también mejoraron las condiciones de visado para extranjeros. Los tiempos de procesamiento de la visa Schengen se han reducido, facilitando los negocios en todos los sectores de servicios.
Los proveedores de servicios en sectores como el financiero y el transporte aéreo serían los más beneficiados por la reducción de barreras comerciales. Por ejemplo, los costes del comercio de servicios para proveedores de servicios bancarios comerciales podrían disminuir entre 20% y 37% a medio y largo plazo.
La OCDE prevé que los costos comerciales se reducirían 13% en los países miembro mientras que en las economías no pertenecientes rondarían hasta 22 por ciento.