Alumnos de la UAG viven experiencia sensorial
*Entre aromas, notas de agave y un ambiente lleno de curiosidad, los estudiantes de Negocios Gastronómicos conocieron más sobre los diferentes destilados
Santiago CASTAÑEDA PONCE – Dimensión
Estudiantes de la Licenciatura en Negocios Gastronómicos, de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), vivieron una experiencia distinta: una cata de destilado realizada en el Laboratorio Gastronómico del Campus Internacional.
Fue una mañana donde el aprendizaje se mezcló con la cultura y el orgullo por las raíces mexicanas.
La Dra. Esmeralda Brito Cervantes, Director de la Licenciatura en Negocios Gastronómicos, compartió que estas dinámicas son parte de la materia Identificación y Producción de Bebidas, guiada por el chef Sergio Rodríguez.
Comentó que el objetivo es que los alumnos aprendan a reconocer sabores, texturas y aromas, con la finalidad de que desarrollen una sensibilidad especial hacia las bebidas que forman parte del mercado actual.
“Este tipo de ejercicios les enseña a identificar matices, a distinguir procesos y a valorar lo que hay detrás de cada etiqueta. No se trata solo de probar, sino de entender”, mencionó la Dra. Brito Cervantes.
La directora también subrayó la importancia de conocer la riqueza del país en cuanto a bebidas con denominación de origen.
“No solo existe el tequila; también están el mezcal, el sotol, la bacanora… México es un mosaico de tradiciones que se reflejan en cada trago. Lo que buscamos es que los estudiantes vivan esa diversidad y la integren en su formación profesional”, añadió.
UNA TRADICIÓN QUE EVOLUCIONA
Durante la cata, los alumnos tuvieron la oportunidad de escuchar la historia de Tequila y Destilados Teochinchan, una empresa mexicana dedicada a la producción artesanal de destilados, contada por el Ing. Óscar Muñoz, uno de sus fundadores.
Narró que todo comenzó con una simple botella de tequila artesanal elaborada por el padre de un amigo, cuya calidad despertó la idea de revivir la receta familiar y llevarla más lejos.
“Probé aquel tequila y supe que había algo especial. Así nació la idea de construir una fábrica propia y perfeccionar la fórmula con el paso del tiempo”, compartió el Ingeniero Óscar Muñoz.
Con apoyo técnico y años de dedicación, lograron mejorar los procesos, desde la fermentación hasta el embotellado, sin perder el alma artesanal que los caracteriza.
“Aunque aún no tenemos la certificación para llamarlo ‘tequila’, estamos trabajando en ello. Lo importante es que mantenemos la esencia de lo que somos: una marca con corazón mexicano”, señaló el emprendedor.
TRADICIÓN, INNOVACIÓN Y ORGULLO MEXICANO
Más allá de una clase, la actividad se convirtió en un viaje sensorial y cultural.
Los estudiantes comprendieron que detrás de cada copa hay historia, trabajo, identidad y pasión.
Para muchos, fue una manera de entender que la gastronomía no solo se estudia, también se experimenta, se huele, se saborea y se siente.
En cada trago, encontraron el reflejo de un país que combina tradición con innovación, y una confirmación: en México, el sabor también es conocimiento.
