¿Qué viene?
Concordancia
Sean Osmin HAMUD RUIZ
¿Qué tan políticos somos?
De manera coloquial solemos pensar en una “clase política”, en políticos de carrera, en una indisoluble relación, casi codependencia, entre sector o servicio público y política.
Muchas corrientes filosóficas y estudios antropológicos han puesto su intención en explicar o definir la polis, desde un punto de vista conductual, de pensamiento o de orden social. La realidad es que intrínseco a la naturaleza humana, a partir de que los grupos de convivencia se han ido haciendo más y más complejos, delimitar las formas, fondos y maneras de vivir en comunidad, más allá de una abstracción, son una necesidad.
Así, hemos llegado a convenciones donde el individuo cede parte de sus particulares necesidades, apetitos, intereses y objetivos a lo que hemos denominado como “el bien común”.
Religiones, patrones morales, sistemas de gobierno, han tendido a organizar y ordenar cómo se deben comportar las personas en un actuar comunal.
Cada uno tenemos rasgos de personalidad únicos, pero también hemos entendido, mayoritariamente, que en aras de una sana congregación debemos (y en ciera forma nos obligamos) a guardar ciertas composturas. Y eso está bien.
En este sentido, sin importar característica personal alguna, todos hacemos política. Cierto es que con mayor o menor incidencia en los distintos grupos en los que nos relacionamos, pero nadie se exenta de su ejercicio.
Cada vez que emitimos una opinión respecto a algún asunto, el que sea, consciente o inconscientemente estamos buscando influir con nuestras palabras. Este acto define el ejercer justo una acción política.
Ahora bien, la formalidad con la que se busca tratar de influir ya depende del carácter y personalidad de cada quien.
De esta manera es que un grupo de ciudadanos, quienes a lo largo de su vida han tenido distintas actividades, diferentes formaciones y orígenes, incluso distintas prioridades en sus objetivos sociales, decidimos, después de varios años, darle forma legal a una actividad comunitaria que precísamente ha buscado amalgamar estas diferencias con intenciones de influencia positiva y sobretodo propositiva en la cosa pública.
En días pasados MUCHOS (Movimiento de Unidad Ciudadana Humana Organizada y Solidaria) protocolizó su acta constitutiva frente a notario público como una Asociación Política Local.
El artículo 92 del código electoral del estado de Colima define : “Las agrupaciones políticas son formas de asociación ciudadana que coadyuvan al desarrollo de la vida democrática y de la cultura política, así como a la creación de una opinión pública mejor informada”, y en esas andamos, eso queremos, ello buscamos y en consecuencia, trabajamos. Soy orgulloso miembro fundador y parte del comité ejecutivo estatal. Contento y comprometido pondré el mayor de mis empeños, desenado que mis capacidades contribuyan como ese mítico grano de arena. Y solo puedo agregar que lo hago actuando en CONCORDANCIA.
MICROCUENTO
Casi sin proponértelo te conviertes en dador. Factor circunstancial de libertad, de oportunidad, de incidencia. Por supuesto que se hincha el orgullo y se conmueve el corazón. Tuviste que ver pero al mismo tiempo todo sigue siendo equilibrio y destino. Es emocionante y claro que vale la pena. Encuentra tiempo, ve y libera una tortuguita.