El cine de oro despide a su diva
Silvia Pinal deja un legado de más de 80 películas y grandes producciones en televisión, donde participó como actriz, conductora y productora
Redacción – Dimensión
Silvia Pinal, la última diva del cine nacional, falleció este jueves a los 93 años de edad tras haber estado hospitalizada una semana, confirmó Televisa, que fue su casa de trabajo por décadas.
“Nos sumamos a la pena que embarga a la familia de nuestra querida compañera. Todos la echaremos de menos y con su partida se cierra uno de los grandes ciclos del entretenimiento en México. Que su legado y espíritu inquieto nos siga inspirando para llevar lo mejor de México al mundo”, señala el comunicado de Televisa Univisión.
Muy a gusto con su vida y orgullosa con sus logros, así es como Silvia Pinal se describía a sí misma. Y es que desde que inició su carrera como actriz en 1949, no dejó de trabajar, su paso por el cine de oro la catapultó como una de las máximas divas de México, permitiéndole participar en teatro, telenovelas, y encabezar durante 20 años el programa Mujer, casos de la vida real.
Silvia Pinal nació en Guaymas, Sonora, el 12 de septiembre de 1931, aunque desde niña sentía interés por el arte, su padre la impulsó para estudiar mecanografía, porque consideraba necesario que ella tuviera una profesión aparte, por si la actuación no funcionaba, y comenzó a trabajar como secretaria en una compañía farmacéutica.
LOS INICIOS DE SILVIA PINAL EN LA RADIO Y EL CINE
A la par, comenzó su formación como actriz en Bellas Artes. Al enterarse de esto, su jefe la ayudó para incursionar en algunas comedias radiofónicas en la XEQ. Ahí conoció a unos productores de teatro, que le abrieron de forma oficial las puertas de la actuación.
Su primera película fue Bamba, donde tuvo una pequeña participación, pero compartió créditos con Carmen Montejo. Su camino continuó con cintas como El pecado de Laura, La mujer que yo perdí, La soldadera, Un rincón cerca del cielo y El inocente, en éstas dos últimas compartió créditos con Pedro Infante; en El portero, actuó con Cantinflas; y en El rey del barrio y Me traes de un ala, tuvo como coestrella a Germán Váldez Tin Tan.
Otro de los grandes con los que trabajó fue con Luis Buñuel, quien la dirigió en cintas como El ángel exterminador, Simón del desierto y Viridiana. Ésta última sigue la vida de una novicia que sufre un intento de abuso por parte de su tío, y termina por renunciar a la vida religiosa.
Dicha cinta fue una de las más controversiales de su carrera, pues debido a sus referencias sexuales y guiños a la religión, fue criticada por el Vaticano y estuvo censurada en España, donde se ordenó que se destruyeran todas las copias.
La propia Silvia rescató la única que quedó intacta, y logró traerla a México, y pese a la polémica, fue galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, en 1961.
La Academia reconoció sus actuaciones con cuatro Arieles: en 1953, 1957 y 1958 como actriz, y en 2008 con un Ariel de Oro por su destacada trayectoria. Asimismo, fue galardonada con cuatro Diosas de Plata, incluyendo un premio honorífico en 2009.
CONDUCTORA, ACTRIZ Y PRODUCTORA DE TV
A la par de su carrera cinematográfica se desempeñó como presentadora de televisión, en proyectos como Con los brazos abiertos y Teatro Bon Soir, ambos producidos por Luis de Llano Palmer; Silvia y Enrique, un programa de variedades donde compartió la pantalla con su entonces esposo, y padre de dos de sus hijos, Enrique Guzmán.
Pero sin duda su proyecto televisivo más recordado es Mujer, casos de la vida real, una emisión creada por Jorge Lozano Soriano. El programa originalmente había nacido como un proyecto en apoyo a personas que buscaban a sus familiares desaparecidos en los sismos de 1985.
A raíz del éxito obtenido se continuó, esta vez presentando historias basadas en hechos reales. Al inicio se abordaban historias de amor y con temáticas simples, pero conforme pasaron los años y hubo más apertura en la televisión, se comenzaron a plasmar casos de violencia doméstica.
En ocasiones, y con previa autorización, se invitaban a los involucrados de la vida real para compartir sus testimonios, así como expertos que daban su opinión, y ofrecían orientación al público sobre cómo tratar esas problemáticas.
El mundo de las telenovelas también se engalanó con su presencia, en títulos como Los caudillos, Lazos de amor, El privilegio de amar, Fuego en la sangre, Soy tu dueña, Mi marido tiene familia y Juntos el corazón nunca se equivoca.
EL TEATRO MUSICAL, SU GRAN PASIÓN
En el teatro se coronó como la pionera de los musicales, trabajando en obras como Mame, Hello Dolly, Gypsy, Ring ring llama el amor, Cats, La línea del coro y La jaula de las locas.
LA VIDA DE SILVIA PINAL EN LA POLÍTICA
Gracias a los cargos políticos que desempeñó su padre, Silvia desarrolló un interés por el servicio público. Pero fue hasta 1982, cuando se casó con el entonces gobernador de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez, cuando se involucró de manera oficial en la política.
Como primera dama fungió como presidenta del DIF estatal, y apoyó proyectos culturales de la región. Más tarde, se convirtió en militante del Partido Revolucionario Institucional, y a partir de 1991 ocupó tres cargos públicos: de 1991 a 1994 se desempeñó como diputada del distrito 27, de 1994 a 1997 fue Representante de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal; y de 1998 al 2000 fue senadora.
Durante esa etapa, trabajó en pro del mundo artístico, impulsando iniciativas para que se contemplara el derecho de intérprete en la Ley Cinematográfica, y bajando los impuestos al teatro.
Asimismo, trabajó en la Ley de Condominios y la Ley de Turismo, así como algunas tareas en apoyo a la ecología.