Trazos de un itinerario plástico; inaugurarán exposición de José Luis Cuevas

Para conmemorar el séptimo aniversario de la muerte del artista, se presenta la muestra Reflejos de un legado

Redacción – Dimensión

Cerca de 120 dibujos, grabados y esculturas de José Luis Cuevas (1934-2017) forman parte de la exposición Reflejos de un legado, que se inaugurará el próximo jueves en el Museo José Luis Cuevas, ubicado en la Ciudad de México, donde será posible trazar una suerte de itinerario artístico que coincide con su séptimo aniversario luctuoso, ocurrido el 3 de julio de 2017, y el 32 aniversario del recinto museográfico.

La muestra, que reúne un total de 200 obras, está dividida en tres partes: Cuevas escultor, Cuevas dibujante y grabador, y Los amigos de Cuevas, que también incluye obra de Guillermo Ceniceros, Carlos Agustín, Gabriel Macotela, Esther González, Arnaldo Coen, Jazzamoart, Dalia Monroy, Fernando Leal Audirac y Gustavo Monroy, entre otros más, bajo la curaduría de Jorge Reynoso Pohlenz.

Algunas de las piezas menos conocidas, dijo a Excélsior Reynoso Pohlenz, pertenecen a una serie de cajas-objeto que el artista elaboró a partir de algunos de sus viajes, así como algunas de las 35 esculturas que forman parte de colecciones particulares.

Esta exposición incluye también obra que pertenece al acervo del Museo José Luis Cuevas, integrado con cerca de mil 700 obras, y en la parte de Los amigos de Cuevas se convocó a artistas cercanos al creador, como Jazzamoart, Arnaldo Coen y Guillermo Ceniceros, para que aportaran algunas obras que hiciera referencia a la relación que sostuvieron con el artista”, detalló el curador.

Mientras que, para la serie de esculturas, dijo, “se parte de La Giganta, que está en el patio del recinto, y lo demás es obra de mediano y gran formato que pertenece a coleccionistas privados, evocando la muestra que hace casi 12 años se presentó en este mismo museo y que no se ha vuelto a ver reunida, así que será interesante ver este trabajo”, aseveró.

En esencia, esta relectura muestra no sólo el legado de Cuevas, sino también algunos trazos invisibles con otros artistas para recuperar la esencia del creador y revalorarlo.

En esta lectura hay una noción de diario personal, como esa idea de ver el mundo y estar anotando, que quizá sea distinto de cierto tipo de lectura, como la que realicé en la muestra virtual La comedia humana, 90 aniversario de su nacimiento para el Museo de la Estampa”, en marzo pasado.

Además, Reynoso Pohlenz planteó que para el público mayor de 40 años el nombre y la obra de Cuevas es familiar. “Este público tiene una noción o atención de lo que representaba Cuevas como creador y figura pública, como protagonista en el escenario artístico cultural, pero ahora es necesario revisitarlo y actualizarlo ante la mirada de otras generaciones”.

¿Es posible reconocer alguna relación entre Cuevas y sus amigos?, se le preguntó al curador de arte.

Es difícil encontrar alguna afinidad. Lo que sabemos, por testimonios de artistas, es que él los recibía y conversaban, pero no necesariamente trataba de generar una escuela desde la visión del arte que él tenía.

Entonces, podríamos decir que la sección Los amigos de Cuevas más bien está marcada por la diversidad, es decir, reúne a un repertorio de creadores donde no es posible hallar afinidades, porque nunca existió una cuestión de homogeneidad en sus propuestas artísticas”.

Finalmente, Reynoso Pohlenz fue cuestionado sobre la importancia de abrir al público el Centro de Documentación del Museo José Luis Cuevas. “Se hizo un inventario con el apoyo del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del Instituto Nacional de Bellas Artes para revisar sus materiales y la condición en que se encuentran, pero el trabajo fue interrumpido en la pandemia”.

Además, aseguró que, pese a existir la inquietud sobre la preservación de los materiales que resguarda dicho centro –luego de que parte de un acervo bibliográfico de Cuevas se vendiera en mercados de pulgas– “este acervo sí se ha mantenido, aunque sería importante insistir en que pudiera darse el banderazo para que existiera la consulta pública en el Centro de Documentación”, dado que de momento sólo es accesible a investigadores y expertos.

Y aseguró que será importante estar atento al apoyo presupuestal que le darán las próximas autoridades culturales del sector federal y de la Ciudad de México. “Porque el chiste es tener una certeza respecto a los plazos y los apoyos para que se pueda hacer un proyecto a mediano y largo plazos y, atender las instalaciones, las exposiciones en mucho mejores condiciones”.

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