Edzná, la capital maya, se convierte en museo

Es uno de los nueve nuevos museos de sitio y 29 centros de atención a visitantes que habrá en las zonas arqueológicas que hay a lo largo de la ruta del Tren Maya

Redacción – Dimensión

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) inauguró el 28 de junio un Museo de Sitio en Edzná, una ciudad prehispánica considerada la capital regional Maya.

La zona arqueológica, que se encuentra ubicada a 55 kilómetros de Campeche, recibe su nombre del linaje de origen chontal Itzá, ya que los pobladores de otros asentamientos se referían a los habitantes de esta ciudad como Itzáez; su significado es de hecho “casa de Itzáez”.

En Edzná fueron construidos sorprendentes grupos arquitectónicos que corresponden al estilo Petén, obras que se pueden ver en múltiples puntos de la península yucateca. Entre ellos se encuentra la Gran Acrópolis y enormes edificios como el llamado Cinco Pisos, indica el INAH.

Además de que en su época de auge sus habitantes desarrollaron un complejo sistema hidráulico que les permitió contar con agua todo el año,

El objetivo de inaugurar el Museo de Sitio es que las personas conozcan la evolución de cómo Edzná llegó a convertirse en una poderosa capital regional entre los años 400 y 1000 d.C.

La apertura del recinto es parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), que busca trabajar en la conservación y restauración de estructuras prehispánicas; así como modernizar la infraestructura de sitios arqueológicos próximos al Tren Maya, dice un comunicado del INAH.

Diego Prieto Hernández, director del INAH informó que la inauguración del recinto será encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y autoridades de los tres órdenes de gobierno.

DETALLES ARQUITECTÓNICOS

El INAH considera que Edzná posee magníficos grupos arquitectónicos como la Gran Acrópolis, y estupendos edificios, sobre todo el llamado de los Cinco Pisos. Sus habitantes desarrollaron un complejo sistema hidráulico que les permitió contar con agua todo el año. Llegó a convertirse en una poderosa capital regional entre los años 400 y 1000 dC. El edificio de los cinco pisos es denominado así por el número de niveles que tiene en su costado oeste, que contiene cuartos abovedados, y en su conjunto alcanza 31 metros de altura.

El templo original fue demolido parcialmente para construir el actual, con crestería. La fachada poniente corresponde al siglo IX de nuestra era, y fue lo último que se agregó al basamento. En la base contiene bloques con jeroglíficos. El lado norte muestra arquitectura del estilo Petén, que fue cubierta con amplios taludes convexos en el Clásico Terminal (800-1200 dC), informa el INAH.

Prieto explicó que las autorizaciones para que avanzara la obra se fundamentaron en criterios técnicos que tiene el INAH para avalar nuevas construcciones en zonas donde se presume que hay vestigios o bienes de las antiguas civilizaciones. Los vistos buenos en cada etapa de la obra del Tren Maya u otras construcciones públicas y privadas no los otorgan los directores de Obra, sino el Consejo Nacional de Arqueología del INAH. Por ello, se emprendieron acciones de salvamento para recuperar todo lo encontrado que permita obtener mayor información de la civilización maya.

Se trata de privilegiar el salvamento de estos bienes sin retrasar el avance de la obra, por eso mencionó que se identificaron 62 mil 165 elementos de diverso carácter de los mayas; un millón 465 mil 719 restos de cerámica o tepalcates; mil 997 bienes muebles, como vasijas, incensarios y puntas de flecha, de las cuales se están restaurando mil 914 para ubicarlas en los museos; 703 enterramientos, y 2 mil 252 rasgos asociados con la presencia de grupos humanos, detalló el director del INAH.

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