Concluye el 8º Festival teatral de Tecomán
Redacción – Dimensión
Subir la piedra ocho veces a la montaña creando un festival cultural fuera de la institucionalidad en este país implica, tristemente, que nada está ganado. Cada año encontraremos la piedra en el mismo sitio y habremos de volverla a subir, cual Sísifo.
Incluso aquellos festivales creados por la voluntad de funcionarios, aparecen y desaparecen perdiendo lo creado porque habrá de llegar otro servidor público dispuesto a que no quede huella de su antecesor.
En el caso de los esfuerzos independientes es claro que depende de la tenacidad de un creador o un colectivo.
En el caso del Festival Teatral de Tecomán, Colima, es claro que sólo la necedad de un creador-gestor como Héctor Castañeda podría suceder ya en ocho ediciones. Y eso es una fiesta que siembra futuro porque además este director de escena se ha rodeado de gente muy joven que ha abrazado y se ha abrasado en la causa de proyectar al teatro colimense a través de la plataforma de lanzamiento que significa el festival.
Con grupos de varios municipios de Colima, así como invitados de Guadalajara-Aguascalientes, Michoacán y Durango, el 8º Festival de Teatro de Colima con apoyo de Profest, el ayuntamiento de Tecomán, la Universidad de Colima e iniciativa privada, arrancó el pasado viernes 7 con la presencia de la obra Exiliadas de la gloria del grupo Cuatro Milpas Teatro y un homenaje a su directora, la maestra Janet Pinela.
La programación ha incluido obras como Partícula revoltosa (ArteCultores), El tlacuache y el sol (Código de Barras), Mederi Ventus (Univerdanza-UdeC), Impoztoras (Teatro Nómada), Animalías (Teatro Rodante), Pequeña Griselda (Compañía de Teatro Caracol), Cósmica (Orión en la Frente) y A lo mejor te encuentro (Teatro de gentiles).
Para el cierre de esta fiesta quedan aún por El silencio de Júpiter (Compañía Labat) para el sábado; y el cierre este domingo de este entrañable Festival de Teatro de Colima será con la obra Evasaurio (Colectivo Pies Hinchados).