China logra un histórico aterrizaje en la cara oculta de la Luna

El módulo de la misión Chang’e 6 recolectará material lunar para traerlo a la Tierra y estudiarlo

Redacción – Dimensión

El módulo de aterrizaje de la misión espacial china no tripulada Chang’e 6 ha aterrizado en el lado oculto de la Luna con el objetivo de recolectar una muestra de material y traerlo a la Tierra. No es la primera vez que el país asiático logra un hito similar. En 2020, el módulo Chang’e 5 (así llamado en honor a la diosa china de la Luna) aterrizó en nuestro satélite natural y recolectó 1.73 kg de regolito de la cara visible de la Luna. La última relcolección antes de aquella fue la emprendida por la Unión Soviética en 1976. El logro de hoy representó, sin embargo, una dificultad mayor, puesto que, desde el lado oculto de la Luna, la comunicación directa con la Tierra se ve temporalmente interrumpida.

La ubicación en la que alunizó el Chang’e 6 está dentro de la Cuenca Aitken del Polo Sur, una región que promete revelar valiosa información sobre la geología lunar y sobre la distribución del agua en el satélite. La Cuenca Aitken es la estructura de impacto más grande y antigua de la Luna y una de las mayores que se conocen en el Sistema Solar, con un diámetro de 2,500 kilómetros y una profundidad de 12. Los especialistas se muestran emocionados porque la composición de las muestras del lado oculto de la Luna podrían ser muy diferentes de las recolectadas hasta ahora por la misiones Apolo y otras exploraciones chinas.

Tras su aterrizaje, el plan es que la nave pase tres días estudiando la zona, perforando el suelo y recogiendo las muestras. El objetivo es traer unos dos kilos de regolito. Una vez que haya recogido el material, el módulo con las muestras ascenderá para encontrarse y acoplarse con el orbitador lunar de la misión. Las muestras lunares se transferirán a un módulo que será el que emprenda el viaje de regreso a la Tierra. La cápsula con las muestras, diseñada para resistir las altísimas temperaturas que se dan durante la reentrada en la atmósfera, aterrizaría en paracaídas el 25 de junio (hora de Beijing) en la región china de Mongolia Interior. El material será llevado a un laboratorio de Beijing, donde se procesará para su análisis. Estudiar muestras de esta zona, dicen los científicos, proporcionará valiosa información sobre la formación geológica de la Luna y la cantidad de agua que podría albergar.

EL AGUA EN LA LUNA

El estudio del agua lunar ha sido de especial importancia en los últimos años. Tanto las estaciones lunares futuras (China ha presentado recientemente un proyecto), como los viajes a Marte que usen a la Luna como estación intermedia, necesitarán agua.

Gracias a las muestras recogidas por la sonda Chang’e 5, sabemos que el agua de la Luna no se encuentra en grandes depósitos, como la de la Tierra, sino incrustada en el propio regolito, en esferas de cristal, también conocidas como cristales de impacto. Se habrían formado en la Luna por la acción de la fundición y posterior enfriamiento de rocas, tras una actividad volcánica pasada y tras recibir grandes impactos de otros objetos espaciales.

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