Un videojuego para luchar contra la depresión
La doctora de Diseño de Videojuegos Águeda Gómez-Cambronero ha creado una herramienta digital que combina la terapia cognitivo-conductual con la gamificación para mejorar la salud mental
Redacción – Dimensión
Los videojuegos serios han emergido como una herramienta prometedora en un mundo donde la tecnología y la salud mental tratan de encontrar un equilibrio obligado. Horizon: Resilience es un ejemplo de cómo un videojuego puede ir más allá del entretenimiento, convirtiéndose en una intervención terapéutica.
Este juego, desarrollado por Águeda Gómez-Cambronero en su tesis doctoral, se centra en la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) y la Psicología Positiva (PP), integrando estas técnicas en una experiencia lúdica y accesible desde un dispositivo tan cotidiano como el smartphone.
LA HISTORIA DEL JUEGO
El juego Horizon: Resilience se ambienta en un mundo medieval, donde los jugadores asumen el rol de administradores de una ciudad. La narrativa comienza con la familia Gruber, una familia que vive en un pequeño pueblo con recursos limitados y pocas oportunidades de progreso. Los jugadores deben decidir si la familia debe quedarse en su hogar actual, enfrentando las dificultades conocidas, o mudarse a un nuevo territorio con promesas de un futuro mejor, pero con desafíos desconocidos.
El juego se desarrolla a medida que los jugadores gestionan y expanden la ciudad, tomando decisiones estratégicas que afectan tanto a los recursos disponibles como al bienestar emocional de los habitantes. Los jugadores deben construir edificios, gestionar recursos y resolver problemas que surgen en la comunidad. Cada decisión y acción tomada en el juego tiene implicaciones directas en la resiliencia y el bienestar psicológico de los personajes, representado por el “Poder R”.
El progreso de la ciudad depende de la capacidad del jugador para mantener un equilibrio entre la construcción y el cuidado de los habitantes. Los jugadores se enfrentan a desafíos como desastres naturales, conflictos sociales y dilemas morales, que deben resolver utilizando habilidades psicológicas y estrategias terapéuticas. La interacción con otros personajes y la resolución de conflictos proporcionan oportunidades para aplicar técnicas de TCC y PP, reforzando comportamientos positivos y fomentando la resiliencia.
TÉCNICAS PSICOLÓGICAS INTEGRADAS
Horizon: Resilience integra varios componentes psicológicos en su mecánica de juego. La motivación para el cambio, la flexibilidad cognitiva, la activación conductual y la promoción de emociones positivas son elementos clave que los jugadores experimentan a través de decisiones y problemas dentro del juego. Cada acción, desde la construcción de edificios hasta la interacción con los personajes, está diseñada para fortalecer el “Poder R”, una medida de resiliencia psicológica.
El juego también promueve la actividad física real utilizando los sensores de movimiento del smartphone. Esta actividad física se monitorea y se traduce en energía dentro del juego, necesaria para la construcción y la realización de otras tareas. De esta manera, se incentiva a los jugadores a mantenerse activos físicamente, lo cual es beneficioso tanto para su progreso en el juego como para su bienestar general.
El desarrollo y la evaluación de Horizon: Resilience se realizaron siguiendo un enfoque participativo y centrado en el usuario, involucrando a terapeutas y pacientes. Los resultados preliminares muestran que tanto pacientes como terapeutas consideran el juego una herramienta beneficiosa y atractiva para el tratamiento de la depresión. Los participantes destacaron la integración de la detección de actividad física en tiempo real y la relevancia de los conflictos en el juego con situaciones de la vida real como aspectos especialmente positivos.
Horizon: Resilience es un ejemplo destacado de cómo la tecnología puede ser utilizada para abordar problemas complejos de salud mental, ofreciendo herramientas prácticas a quienes más lo necesitan.
