Exploran la posible influencia de Marte en las corrientes marinas de la Tierra

Un estudio a cientos de puntos marinos en todo el mundo reveló un vínculo gravitatorio inesperado entre Marte y la Tierra

En su punto más cercano, la Tierra y Marte están separados por 55 millones de kilómetros. Cuando están más alejados, hay hasta 400 millones de kilómetros entre ellos. Un equipo de científicos acaba de concluir que la influencia entre ambos cuerpos va más allá de lo imaginado. Según un último estudio publicado en Nature Communication, y reforzado por comunicados de la Universidad de Sidney, Australia, cada 2.4 millones de años, el planeta rojo provoca cambios en las corrientes oceánicas de la Tierra.

En palabras de los propios geocientíficos de las universidades de Sidney y la Soborna, el hallazgo fue inesperado. El equipo originalmente quería investigar cómo es que el cambio climático, en escalas de tiempo geológico de millones de años, repercutió en la aceleración de la circulación oceánica y este fenómeno, a su vez, retroalimentó las transformaciones sobre nuestro planeta.

Como investigaban cambios climáticos naturales en épocas donde no había humanidad, se tomaron como probables responsables a las transformaciones en la órbita de la Tierra y los ciclos del Sol. Una revisión de datos de perforaciones marinas de cientos de sitios en todo el mundo los llevó encontrar un patrón en las corrientes: el vigor de estos fluyentes cambia cada 2.4 millones de años.

“Nos sorprendió encontrar estos ciclos de millones de años en nuestros datos sedimentarios de las profundidades marinas. Sólo hay una manera de explicarlos: están vinculados a ciclos en las interacciones de Marte y la Tierra que orbitan alrededor del Sol”, dijo la Doctora Adriana Dutkiewicz, autora principal del estudio.

CICLOS ASTRONÓMICOS INCOMPRENSIBLES

De acuerdo con los hallazgos, cada que se cumple el ciclo de millones de años, los campos de gravedad de los planetas del sistema solar se interfieren entre sí. Dicha interacción, conocida como resonancia, altera la geometría de las órbitas planetarias mientras giran alrededor de el Sol. En respuesta, cuerpos como la Tierra experimentan cambios climáticos que no están relacionados con sus procesos geológicos o por una atmósfera densa.

La Universidad de Sidney afirma que durante el ciclo astronómico de 2.4 millones de años, el planeta atraviesa periodos de mayor radiación solar y un clima más cálido. Por otro lado, infieren que la interacción de Marte sobre las corrientes marinas de la Tierra también está correlacionado con la aparición de rupturas en el registro de las profundidades oceánicas.

La hipótesis de que la Tierra experimenta transformaciones climáticas a escalas geológicas debido a influencias astronómicas no es nueva. Durante los últimos dos siglos, matemáticos han postulado que podrían existir cambios leves en la órbita del planeta que han repercutido en el clima, dando lugar a eras de hielo o periodos de alta temperatura, y que probablemente lo harán en los próximos cientos de miles de años. A esta suposición se le conoce como los ciclos de Milankovitch.

Los ciclos astronómicos que implican millones de años no suelen presentar evidencias directas en la Tierra. El reporte reciente es uno de los más claros sobre su impacto en la dinámica marina. Comprender qué tan activas fueron las corrientes de los océanos primitivos durante las interacciones gravitacionales con otros planetas llevará a formar modelos más precisos de la distribución de la temperatura global en los próximos años.

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