Diego San Román triunfa en La Petatera

El diestro queretano cortó tres orejas y salió a hombros; mientras que el español Guillermo Hermoso de Mendoza, se adjudicó dos apéndices; el hidrocálido Joselito Adame dio vuelta al ruedo y recibió aplausos

Francisco Castañeda Avila – Dimensión

Fotos de Mario Alberto Gaitán J.

Diego San Román, tuvo una tarde de ensueño al conseguir tres orejas y salida a hombros, convirtiéndose en el triunfador de la primera corrida formal de los 167 Festejos Charrotaurinos, Villa de Álvarez 2024, en la Monumental Plaza de Toros La Petatera.

Así mismo, este martes de toros se presentaron el rejoneador español Guillermo Hermoso de Mendoza, quien se llevó dos apéndices y el aguascalentese Joselito Adame, quien dio la vuelta al ruedo y consiguió el reconocimiento y los aplausos del respetable que disfruto de una buena tarde de lidia en la artesanía más grande de América Latina.

DIEGO SAN ROMÁN

El diestro queretano Diego San Román, cortó las dos orejas a su primer astado (tercero de la tarde) y un apéndice más al que cerró plaza; para salir a hombros de los aficionados que le brindaron una sonora ovación.

Vistiendo de malva y oro, San Román saludó primero a “Hermano” No. 273, de 505 kilos, un castaño claro, calcetero, que dio visos de ser muy bravo, pero que lamentablemente fue devuelto a los corrales, ya que salió lastimado de los cuartos delanteros y continuamente rodaba por la arena. Al parecer por su bravura en demasía, rompió la puerta de su cajón y armó un sanquintín en los chiqueros; lastimándose de consideración como ya se mencionó.

Fue sustituido por “Horcón” No. 68, de 480 kilos, un negro entrepelado, meano, bien puesto; que resulto de bravura seca y áspera, por lo que Diego lo recibió con dos de tanteo y seis verónicas cargando la suerte con mucho temple, por lo que luego de rematar con una rebolera; escucho una cascada de aplausos. Luego llevó al morito por mandiles hacia la pica y remató con una media.

Con la pañosa en sus manos, hilvanó cinco tandas y una más por el lado izquierdo, de cuatro y cinco muletazos; rubricando su trasteo con molinetes, forzados de pecho, muletazos rodilla en tierra, trincherillas y desplantes metiéndose entre los pitacos donde huele a cloroformo y como el burel desarrollara sentido y se agarrara al piso, se tiró a matar dejando una entera en buen sitio que fue suficiente para que el toro doblara y el Juez le concediera una oreja y otra más a petición del público.

Después se enfrentó a “Nano” (cierre de plaza) No. 249, de 510 kilos, negro listón, bien puesto, al que le buriló seis lances a pies juntos y una media de buen trazo; siendo aplaudido por su artística labor.

Tras perfilarse para la suerte suprema dejó una entera en lo alto y fue premiado con un trofeo más.

GUILLERMO HERMOSO DE MENDOZA

Por su parte el navarro Guillermo Hermoso de Mendosa, quien vistió de campero con casaca gris y calzona en negro, se enfrentó a “Shulito” que abrió plaza, N. 528 de 510 kilos, un negro listón, bien puesto y a “Tierno” cuarto del encierro, No. 246, de 490 kilos, negro, meano; que se prestaron para el toreo a la jineta.

En ambos casos estuvo bien con los rejones de castigo, así como con los palitroques a una mano, las banderillas cortas y las clavellinas; además de que a “Tierno” lo adornó con dos pares de rehiletes a dos manos, dominando el trote de su jaca tan solo con el toque de sus espuelas.

Al tomar “la hoja de peral” (rejón de muerte) estuvo certero en ambos turnos, pero el Juez le negó una oreja de “Shulito”, por entrar a matar a toro parado y por los cuartos traseros; pero le otorgó las dos “peludas” de “Tierno” una por su cuenta y una más a petición del público que se manifestó ruidosamente.

JOSELITO ADAME

Decidido a no dejarse ganar la partida, el hidrocálido José Guadalupe Adame Montoya, conocido en la tauromaquia como Joselito Adame, quien vistió de turquesa y oro; se enfrentó al segundo del encierro de nombre “Artesano” No. 282 de 490 kilos, un negro, meano, y bien puesto; así como “Nene Villa”, un negro mulato y delantero; a los que bregó por lances de tanteos, lances a pies juntos y chicuelinas, rematando con una larga en el primer caso y con una rebolera en su segundo astado; para recibir el aplauso de los presentes en los tendidos.

Ya con la muleta en sus manos, estructuró dos muy voluntariosas faenas por ambos lados, en de seis y cinco tandas, de cuatro y cinco pases con “Artesano”; en tanto que con “Nene Villa” como agotó pronto sus rasgos de bravura, pegó pases con la de cobrar, por la cara y trincherillas siguiéndolo en dos vueltas al coso; pero rubricó su voluntariosa labor con molinetes, pases de trinchera y varios desplantes.

Lamentablemente pinchó al segundo de la tarde retirándose en silencio y al quinto lo despenó de una entera en lo alto, que bien merecía una oreja por su labor de capa, su voluntad torera y la precisión del volapié; pero que la Autoridad en el biombo negó haciendo oídos sordos ante el reclamo de los taurinos villalvarenses; aun así, los aficionados presentes le hicieron dar la vuelta al ruedo entre aplausos y exclamaciones de torero… torero.

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