Cantera Brava

Clamoroso triunfo de Bruno Aloi

Se realizó la 5ta. Novillada del Nuevo Progreso de Guadalajara

Rubén Núñez y el rejoneador Tarik Othón, saludaron en el tercio

Dos muy buenas pegas de los Forcados Amadores de México

El ganado de Santo Toribio bravo, enrazado y de juego diverso

Benjamín Velasco Briceño “Niño de la Fragua”

Con el indiscutible estilo de las grandes figuras del toreo, el novillero capitalino Bruno Aloi obtuvo un clamoroso triunfo en el quinto festejo de la temporada chica en el Nuevo Progreso de Guadalajara, tras realizar dos grandes faenas que fueron largamente ovacionadas por los enterados del cuento; razón por la que saludó en el tercio en el tercero de la tarde (para el que tuvo fuerte petición de un apéndice) y cortó merecidamente una oreja en el que cerró plaza, para el que también escuchó estruendoso reclamo de un trofeo más.

Vistiendo de verde manzana y oro y actuando como tercer espada, Bruno Aloi, se enfrentó primero a “Pariente” No. 80, de 470 kilos, negro listón, bragado y cornialzado y a “Amigo” No. 51 de 525 kilos, un negro bragado, meano, bien puesto; a los que lanceó muy toreramente cargando la suerte y toreó por seis verónicas que remató con una rebolera. Luego pegó un quite por dos chicuelinas, dos tafalleras y otra rebolera, haciendo tronar los tendidos.

Tomando la pañosa en sus manos y metiéndose entre los pitacos de los moruchos, ahí dónde huele a cloroformo, ha cuajado dos meritorios trasteos por ambos lados, de ocho series de cuatro y cinco muletazos con mucho temple; rubricando se labor con pases de pecho, cambiados por la espalda en un palmo de terreno, molinetes, cambio de manos, muletazos en redondo, dosantinas, trincherazos y pases de la firma llenos de plasticidad; además de una ajustada y mandona tanda de hinojos, que fue muy del agrado del cotarro.

A “Pariente” lo pasaportó de una media un tanto caída y una entera en buen sitio y como la Autoridad en el coso no concediera la oreja, saludo y recibió en el tercio el aplauso del respetable; mientras que con “Amigo” poniendo se pecho por delante, dejó una entera hasta los gavilanes; para ser premiado con un valioso auricular; escuchando así mismo una fuerte ovación y exclamaciones de torero… toreo… torero… de un público que pedía un trofeo más, que no concedió el inquisidor del coso.

En tanto el jalisciense Rubén Núñez, quien vistió de tabaco y oro, le hizo fiesta “Hermano”, segundo de la tarde, No. 72, de 470 kilos, negro listón tocado del pitón izquierdo y al quinto del encierro de nombre “Abuelo”, No 57 de 470 kilos, negro listón, tocado del mismo lado; a los que toreó con el percal por faroles de rodillas, lances de tanteo, verónicas, una rebolera y una media verónica.

Hacia el último tercio en sus dos intervenciones, una vez mas ha dejado constancia de su pundonor y voluntad torera y en lidia ordinaria bordó sendas faenas tanto por el lado izquierdo como por el derecho, en siete tandas de hasta seis muletazos, rubricando su quehacer con doblones, cambiados, forzados de pecho, molinetes y ayudados por alto; entre un coro de oles y aplausos de los aficionados.

Con “Pariente” se perfiló para la suerte suprema dejando una entera caída, para saludar en el tercio y con “Abuelo” dejó una entera muy baja, retirándose en silencio.

Por su parte el centauro queretano Tarik Otón, quien vistió de azul y oro con sahonas cafés, saludó al primero de la tarde de nombre “Compadre”, No. 60 de 440 kilos, negro mulato, tocado del izquierdo y trotó acertadamente con “Allegado” No. 3, de 405 kilos, negro bragado, tocado del derecho; a los que pasó con uno y dos rejones de castigo.

Lamentablemente al tratar de pegar su primer rehilete a una mano, “Compadre” le dio tremenda cornada mortal a su jaca en la pierna derecha; lo que propició un ambiente de tristeza entre el conglomerado, Aún así, el caballero en plaza se sobrepuso y adornó los morrillos de los moruchos con cuatro palitroques en buen sitio tanto al cuarteo como al cambio; para rubricar su actuación con dos rosas y cabalgar de manera espectacular a la grupa y al estribo.  

Con la hoja de peral estuvo atinado en sus dos intervenciones, dando vuelta al ruedo con el primero de la tarde, en compañía de los Forcados Amadores de México que hicieron dos muy buenas pegas, en tanto que con el cuarto saludó en el tercio.

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