China se opone a impuesto sobre emisiones marítimas
China ha puesto en duda el éxito de la reunión del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 80) de la Organización Marítima Internacional (IMO) al instar a los países en desarrollo a oponerse a un impuesto sobre las emisiones del transporte marítimo y a objetivos más estrictos para la descarbonización.
En una nota diplomática, China criticó a las naciones ricas por establecer metas “poco realistas” que acarrean costos financieros “significativos”. Según China, un objetivo de reducción de emisiones demasiado ambicioso afectaría seriamente el desarrollo sostenible del transporte marítimo, aumentaría los costos de la cadena de suministro e impediría la recuperación de la economía global.
Esta postura de China, como el mayor exportador del mundo y con una importante industria naviera estatal, ha generado preocupaciones sobre la falta de avances en la descarbonización del sector. Mientras tanto, la OMI se ha comprometido a fortalecer su ambición de reducir a la mitad las emisiones anuales del transporte marítimo para 2050, una meta que ha sido calificada como débil.
Otros países en desarrollo, como Brasil, Argentina y Sudáfrica, también se oponen a un impuesto sobre las emisiones navieras debido a su preocupación por el aumento de los costos de exportación. Sin embargo, no todos los países en desarrollo están unidos en su oposición, ya que Islas Marshall, expuestas al aumento del nivel del mar debido al cambio climático, han pedido un impuesto de emisiones de $100 por tonelada.
China ha solicitado que los ingresos generados por las regulaciones de la OMI se inviertan en el sector, argumentando que un uso más amplio de estos fondos transferiría la responsabilidad de financiar el cambio climático del transporte marítimo internacional a los países desarrollados. Además, considera que el impuesto sobre las emisiones del transporte marítimo es una forma encubierta para que los países desarrollados mejoren su competitividad en el mercado.
La postura de China contrasta con la de Francia y otros países desarrollados que han pedido a la OMI que establezca objetivos alineados con las ambiciones internacionales de limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. La Unión Europea también está considerando imponer un costo financiero a la contaminación del transporte, incluyendo el sector marítimo en su esquema de comercio de emisiones.
Es importante destacar que China se opuso a establecer el año 2050 como el límite para lograr emisiones netas cero, en su lugar respaldó un objetivo más amplio de alcanzar emisiones netas cero de GEI en el transporte marítimo internacional alrededor de mediados de siglo. Esta visión fue precisada por el presidente Xi Jinping, quien se comprometió a reducir las emisiones netas de dióxido de carbono de China a casi cero para 2060.