Ecuador celebrará elecciones anticipadas
Los ecuatorianos deberán acudir a las urnas el 20 de agosto próximo para elegir presidente y 137 diputados en comicios anticipados tras la disolución del Congreso, informó el miércoles el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Hace una semana, el mandatario de derecha Guillermo Lasso disolvió la unicameral Asamblea Nacional haciendo uso de su facultad constitucional, que contempla elecciones anticipadas para completar el actual período de cuatro años, que se cumple en mayo de 2025.
El gobernante decretó la disolución por una “grave crisis política y conmoción interna” en medio del juicio político al que era sometido por la mayoría opositora del Legislativo, que lo acusaba de peculado. En una sesión celebrada la noche del martes y que se extendió hasta la madrugada, el CNE aprobó que las elecciones anticipadas se realicen el 20 de agosto.
De ser necesario, el balotaje quedó programado para el 15 de octubre próximo, informó el máximo organismo electoral. La entrega de credenciales a los asambleístas está prevista para el 26 de octubre, de acuerdo al calendario difundido a la prensa por el CNE, que hará la convocatoria a comicios a través de la radio y televisión el miércoles por la noche para cumplir con la ley.
La Asamblea Nacional tiene la atribución de investir al presidente y vicepresidente. Los legisladores deberán luego “autoconvocarse de forma inmediata” para entrar en funciones, señaló el miércoles la titular del CNE, Diana Atamaint, al canal Ecuavisa. Para los comicios de alcaldes y prefectos de febrero pasado fueron convocados 13.4 millones de los 18.2 millones de ecuatorianos.
Este miércoles, Lasso, de 67 años, presentará su informe anual de trabajo. Tradicionalmente, el acto se realiza en el hemiciclo de la Asamblea Nacional, pero en esta ocasión será en la Plataforma Gubernamental Sur, un complejo donde funcionan los ministerios del área social. Luego el gobernante viajará a Estados Unidos para una intervención médica. Su retorno está previsto para el próximo domingo.
A pesar de la inseguridad ligada al narcotráfico, Ecuador permanece en calma tras la disolución del Legislativo, que tradicionalmente registra una alta desconfianza ciudadana. La credibilidad institucional en la Asamblea Nacional disuelta era de 2%, de acuerdo con la encuestadora privada Perfiles de Opinión.