Concientizan a niñas y niños, sobre cuidado medioambiental

Santiago Castañeda Ponce | Dimensión

Estudiantes de la Facultad de Pedagogía, ofrecen a niños y niñas de primaria, un acompañamiento en la realización de sus tareas, para el reforzamiento del aprendizaje y conceptos básicos del cuidado del medio ambiente.

Como fruto del trabajo entre el Programa de Apoyo a Tareas y Reforzamiento del Aprendizaje (PATERA), de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Colima y las actividades del programa Escuelas y Universidades por la Tierra, de la Fundación EDUCA México, A.C., los estudiantes de la materia optativa de Educación Ambiental de la referida facultad, están trabajando con alumnos de primaria, provenientes de varias escuelas de la ciudad, en proyectos enfocados a concientizar sobre el cuidado al medio ambiente.

Entrevistada al respecto, la coordinadora de PATERA y profesora de la Facultad de Pedagogía, Laura Lizeth Cruz Aguilar dijo que este programa funciona como un vínculo del plantel con la sociedad y, a su vez, como un espacio formativo donde los estudiantes ofrecen a niñas y niños de nivel básico, un acompañamiento en la realización de sus tareas, además de otras actividades, para el reforzamiento del aprendizaje.

Particularmente, con el programa Escuelas y Universidades por la Tierra, agregó, “se busca acercar a los niños, participantes a conceptos básicos del cuidado del medio ambiente, pero también, concientizarlos sobre las responsabilidades que deben tener con los animalitos de compañía, en sus casas”.

En el actual semestre, informó, “tenemos participando a 52 estudiantes de segundo y cuarto semestre, quienes están al cuidado de 25 niños, provenientes de escuelas, como la “Emiliano Zapata”, la “Niños Héroes”, la “José S. Benítez”, la “Nezahualcóyotl” y la ‘José Ma. Morelos’”.

La responsable de PATERA informó que durante los siguientes meses, se irán implementando nuevos temas para el desarrollo de habilidades en los niños, con clases de música y artes, ejercicios de caligrafía y meditación.

“También estamos reactivando el huerto de la Facultad de Pedagogía, que fue fundado por la profesora del plantel, Aimé Tapia, hace casi diez años.

Este espacio ha buscado desde sus inicios, promover el cuidado y conocimiento sobre las plantas medicinales entre los estudiantes”.

Dijo que, durante casi una década funcionando, varias generaciones de estudiantes han participado activamente en su cuidado, y como parte de las actividades con el programa Escuelas y Universidades por la Tierra, “los niños y niñas de PATERA conocerán el huerto, así como la importancia de los animales polinizadores, plantarán semillas y se involucrarán con el cuidado de las plantas de este espacio”.

Por su parte, la profesora investigadora de tiempo completo, de la Facultad de Pedagogía, Aimé Tapia González, quien es además responsable de organizar las actividades, a través de las cuales el referido plantel participa en el programa Escuelas y Universidades por la Tierra.

Mencionó que el primer paso para llevar a cabo estas actividades, fue la firma de una carta compromiso entre dicho programa de la Fundación EDUCA y el plantel universitario. 

“En este sentido, estuve a cargo de la capacitación de las y los estudiantes, con el objetivo de que pudieran desarrollar proyectos, aplicando estrategias pedagógicas de educación ambiental, con las niñas y niños que participan en el programa PATERA”, detalló.

Agregó que las actividades “han sido muy plurales, desde temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, la empatía hacia los animales, la importancia de los polinizadores, hasta el ciclo de vida y migración de la mariposa monarca.

Con este abanico de actividades, los niños y niñas de PATERA recibirán, al final, una insignia que los distingue como guardianes de la naturaleza”.

Manifestó que al final del curso, se realizará una evaluación de los proyectos que se llevaron a cabo, dentro del programa PATERA, para ver los logros obtenidos, así como las posibilidades de mejora.

“Pensamos que este programa es una gran oportunidad para sembrar esperanzas, en una problemática de la que, a pesar de su gran complejidad, podemos cosechar frutos, si comenzamos a trabajar en la concientización de niñas y niños, desde etapas muy tempranas”.