Estación Esperanza
El INE debe cambiar, García Luna es culpable
Vladimir Parra
“Cuando dicen el INE no se toca, lo que hay que estar pensando es no se toca lo que ellos quieren: La corrupción no se toca, según ellos. Los privilegios no se tocan. El narcoestado no se toca”.
—Andrés Manuel López Obrador
Este domingo 26 de febrero, se llevó a cabo la marcha del INE, con el fin de protestar en contra del Plan B de la reforma electoral, planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que tiene como fin, transformar al organismo electoral y acabar con los privilegios de la burocracia dorada que por años se ha beneficiado del esquema vigente en dicho instituto y en el que lo partidos políticos se ven ampliamente beneficiados.
Con buenas intenciones, pero mucha desinformación al respecto, cerca de 100,000 personas se dieron cita para supuestamente “defender al INE” y los cambios que pretende el “Plan B”, sin saber que en realidad lo que estaban haciendo era decir que el narcogobierno de sexenios anteriores no se toca.
Solo hace falta poner atención a quienes fueron los convocantes y líderes de la marcha, personas como: Jorge Castañeda, Enrique Krauze, Marco Edema, Gustavo de Hoyos, María Amparo Casar, Héctor Aguilar Camín, José Woldenberg, Emilio Álvarez Icaza, Mariana Moguel Robles, Francisco Martín Moreno, Enrique de la Madrid, Mario Di Costanzo, Guadalupe Acosta Naranjo, Jorge Triana, Jair Lozano, José Narro; los oradores de la marcha: Beatriz Pagés y José Ramón Cossío, Exministro de la Suprema Corte; líderes de la oposición: Santiago Creel, Maru Campos, Kenia López, Francisco Labastida, Salomón Chertorivsky, Marko Cortés, Josefina Vázquez Mota; así como personajes cercanos al recién sentenciado Genaro García Luna por delincuencia organizada y narcotráfico, Vicente Fox y Felipe Calderón, quienes hicieron llamados públicos para que la gente se uniera a la protesta, es decir, personas que han formado parte de la corrupción en México y que han pertenecido a un narcoestado.
Resulta irónico que sean estos personajes que han respaldado la corrupción y los fraudes electorales del pasado, quienes ahora se envuelven en la bandera de protectores de la democracia; y más aún, que los participantes de la marcha se hayan manifestado en contra del Plan B supuestamente para proteger la democracia, cuando en realidad lo que busca la reforma, es ponerla en manos de la ciudadanía. En resumidas cuentas, los participantes de la marcha están a favor de lo que dice el Plan B, pero lo demuestran marchando en contra del plan B.
Sin duda alguna, la marcha del INE pone de manifiesto la maquinaria y la estrategia que poseen los conservadores para manipular a través de la mentira, la desinformación y la confusión. Afortunadamente para las y los mexicanos, ya terminó la simulación y hoy se demuestra que PRI y PAN son lo mismo, que buscan conservar los privilegios que lograron acumular durante años, así como su ímpetu por detener cualquier movimiento que busque frenar sus intereses, disfrazándolos como si fueran los mismos que los de las grandes mayorías. Es por ello, que hoy más que nunca, debemos fomentar la reflexión crítica y profunda de México, el debate analítico sobre nuestra democracia y seguir consolidando la revolución de las conciencias.