¿Qué viene?

Entender

Sean Osmin Hamud Ruiz

Los homicidios dolosos creciendo de forma exponencial. Extorsiones y robos violentos por el mismo camino. Efectivos y más efectivos federales traídos y mostrados en las calles, queriendo con ello inhibir a los delincuentes.  La falta de coordinación de las autoridades locales es evidente. El tema de la inseguridad se trata en el discurso oficial, pero en la percepción de la ciudadanía se siente indiferencia. Grupos del crimen organizado enfrentándose entre sí y la delincuencia regular actuando de manera campante. La confianza ciudadana por los suelos.

¿Te suena? Las líneas anteriores describen fielmente un Tijuana en periodo del 2006 al 2010. ¿Y qué ocurrió?

Elementos más, elementos menos, lo fundamental fue la intervención de la sociedad, principalmente la organizada, aquella que por medio de alguna forma de grupo (cámara empresarial, asociación civil, organización no gubernamental) tomaron su papel de representación ciudadana y buscaron dialogar con el gobierno, desde una perspectiva crítica, pero al mismo tiempo propositiva y sobre todo solidaria.

Las mesas de trabajo que implicaban no solamente la presencia de los elementos de seguridad de los tres órdenes de gobierno, si no también de una nutrida representación social, que no solamente acudían a recibir un parte de lo ocurrido, por el contrario, se trabajada en el diseño de la estrategia, de los indicadores a medir y del seguimiento a los mismos, en un marco de transparencia y comunicación constante y abierta.

Quienes se comprometieron en este ejercicio, además hicieron el pacto de la promoción de la denuncia del delito, integrando elementos indispensables de anonimato, por obvias razones, pero con la responsabilidad por parte de la autoridad de dar seguimiento a las mismas, convirtiéndose el sector privado en una especie de ventanilla de atención y filtro, después de una adecuada capacitación.

¿Funcionó? Vaste decir que, específicamente en el tema de los homicidios dolosos se pudo observar, en un periodo de un poco más de un año una disminución de casi el 25% de incidencia, resultado que terminó impactando los demás indicadores.

En Colima no somos ajenos a este tipo de labores conjuntas, allá por el 2017 a través del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública de Colima se importó el modelo Tijuana y también hubo resultados relevantes.

¿Qué hay que hacer?, tal como lo he dicho en otras columnas, la ciudadanía nos tenemos que poner a trabajar. Y ello implica que la gran responsabilidad es llevar a nuestras autoridades al escenario de colaboración, llevarlas a ENTENDER.

MICROCUENTO

Te ví. Te sonreí. Entendí que por fin había encontrado el entendimiento en esa mirada y estoy seguro que comencé un proceso de crecimiento. Hace años debí comprar el espejo.

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