Estación Esperanza
Crisis Hídrica y Cultura del Agua
Vladimir Parra
“Olvidamos que el ciclo del agua y el de la vida son uno”.
— Jacques Cousteau
Desde que asumimos la encomienda depositada en nosotros por nuestra Gobernadora Indira Vizcaíno, para encabezar CIAPACOV, hemos apremiado una visión integral, pues las problemáticas medio ambientales requieren de una visión multidisciplinaria, que sea transversal, con un enfoque preventivo, que devuelva al agua su sentido como “bien común” y que permita el rescate del organismo, con el único fin de garantizar el derecho humano al agua y el bienestar de la población de Colima y Villa de Álvarez.
Esta visión nace de la importancia de atender la crisis hídrica, cuya importancia es global. Aunque existe suficiente agua dulce en el planeta para satisfacer las necesidades de la población mundial, su distribución es desigual en el tiempo y en el espacio, además de que mucha de ella es desperdiciada, contaminada y manejada de manera insostenible. El uso de este recurso ha crecido más del doble en relación con la tasa de incremento poblacional en el último siglo.
Según la ONU, cerca de 1/5 parte de la población mundial, (1,200 millones de personas) habita en áreas que enfrentan escasez de agua, y 1/4 de la población mundial, (1,600 millones) enfrenta recortes en el suministro debido a que carecen de la infraestructura necesaria para tomar agua de los ríos y acuíferos. Desde 2020, el Foro Económico Mundial incluyó la crisis hídrica como uno de los riesgos globales más importantes por su impacto en la producción de alimentos, la salud humana, los conflictos sociales y los ecosistemas, por lo que para muchos países representa el desafío más grande para el desarrollo socioeconómico y humano en general.
Como sociedad, tenemos un serio problema al dar por sentado, como usuarios del agua, su disponibilidad y calidad, es por ello que de manera local, desde CIAPACOV, estamos fortaleciendo el programa de Cultura del Agua, el cual tiene como fin, el desarrollo de una conciencia ambiental y una ética solidaria, la construcción de una cultura de paz y la promoción de actitudes para el desarrollo sostenible de las comunidades a través de la sensibilización y la participación en actividades artísticas, lúdico-pedagógicas y de contacto con la naturaleza, para finalmente fortalecer la gobernanza hacia la sustentabilidad ambiental, con el agua como eje transversal.
Por estas razones es que avanzamos en el rescate de CIAPACOV, un organismo público y autónomo, que recupere una visión en la que se fomente el respeto y cuidado de las comunidades y de la vida; en el que se gestionen y resuelvan pacíficamente los conflictos que pudiera haber entre diferentes partes; en el que se invierta en infraestructura, acciones y reparaciones; y en el que se fomente esta conciencia ambiental y sustentable, con el fin de preservar el líquido para esta y las futuras generaciones. Por el bien de todas y todos.