Caldero Político

LA PROFESION JURIDICA, UNA HERRAMIENTA ESENCIAL PARA SERVIR A LOS COLIMENSES

Juan Ángel MAGAÑA HERNÁNDEZ/Analista Político

Sin duda alguna dentro de la Sociología del derecho, hay un elemento primordial que no se debe de perder de vista máxime que en la semana que paso, se festejó el día Nacional y Local del Abogado y abogada. Con ello la Profesión Jurídica desde la perspectiva de la sociología, radica en que los atributos y características de la profesión jurídica repercuten, directa e indirectamente, en la interpretación sobre la operación o aplicación del derecho en la vida social, luego su conocimiento e investigación son indispensables para hacer sociología jurídica. Dentro de esta visión, son bienvenidas las aportaciones que emergen de otras especialidades de la sociología y naturalmente, aquellas originadas en la sociología general.

Podemos decir entonces que la sociología, conoce acerca de las instituciones estructuras relativas al control jurídico en su relación con las prácticas sociales (interacciones) que acaecen en la sociedad. Y la profesión jurídica es una institución social, desde luego referida al control social jurídico, que se relaciona, de manera descendente y ascendente, con las prácticas de la interacción, ya sea en el escenario de la reacción social, a cargo de los operadores jurídicos, contra la divergencia que deriva en conflictos, o en el entramado de las percepciones y actuaciones de los miembros de la sociedad.

Dentro de este elemento de la Profesión jurídica, los profesionistas del derecho vienen desempeñando una labor fundamental en nuestro Estado de Derecho, pues son los profesionales que asesoran en derecho a la ciudadanía, propician la resolución extrajudicial de los conflictos y en su caso, defienden en sede judicial los derechos e intereses de sus clientes. Sin un adecuado asesoramiento jurídico muchas relaciones personales, empresariales o institucionales acabarían abocadas a la ruptura y al conflicto. En ese sentido los abogados y abogadas desarrollan una importantísima labor preventiva que evita numerosos litigios.

Cuando surgen las controversias el buen profesionista del derecho, procura soluciones pactadas que resuelvan las divergencias en sede amistosa o pacificadora. Los letrados logran a diario innumerables soluciones negociadas, que son la mejor solución para sus respectivos clientes. En última instancia es recomendable acudir a la mediación o al instituto del arbitraje, procurando así evitar la judicialización del conflicto.

Pero la labor más característica de los abogados y abogadas es la de actuar ante los tribunales defendiendo los derechos e intereses de sus clientes. Entonces el letrado se constituye en presupuesto de funcionamiento del Poder Judicial, pues sólo su intervención garantiza el ejercicio del derecho a la defensa. No puede administrarse justicia sin abogados que defiendan a todas las partes que lo son en el proceso. En gran medida depende del buen hacer de los abogados que el juez finalmente pueda decidir con acierto y hacer justicia en el concreto asunto. La contradicción es clave en todo proceso y el trabajo del abogado determina en muchas ocasiones el sentido último de la resolución judicial definitiva.          

Por todo ello la ciudadanía y los poderes públicos deben valorar adecuadamente a los profesionistas del derecho, pues son estos a través de la Profesión Jurídica, que asimilan más que una mera profesión liberal. Desde todas las perspectivas la abogacía es fundamental en un Estado de Derecho e imprescindible para que a diario pueda realizarse ese valor fundamental al que llamamos la impartición y aplicación de la Justicia en nuestro país y en nuestra entidad federativa.

Mi correo: jamhcom@gmail.com

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