El túnel de Turla
Desde hace años, despierta curiosidad esta cueva, túnel, alcantarilla o pasadizo
Esta estructura quedó descubierta, al cortar el cerro del lugar, para la construcción de la actual autopista Colima–Manzanillo
Rafael Cruz | Dimensión
Desde hace años, ha despertado curiosidad esta cueva, túnel, alcantarilla o pasadizo, que se localiza cerca del crucero de Turla, una localidad del municipio de Tecomán. Esta estructura quedó descubierta, al cortar el cerro del lugar, para la construcción de la actual autopista Colima–Manzanillo.
Existen muchas leyendas, en torno a este misterioso sitio. Actualmente, se especula que en su interior, se realizan actos de magia y brujería.
Se puede observar que muchas de sus rocas sedimentarias, tienen fósiles marinos de Amonitas. Se calcula que la profundidad del túnel es de 20 a 30 metros, aproximadamente, porque se alcanza a percibir una entrada de luz al fondo, aunque pudiera ser mayor, ya que hoy en día, se encuentra taponeado y lleno de murciélagos y avispas.
La historia de Colima realizó un sondeo en la comunidad rural e indagamos en fuentes bibliográficas, para conocer más sobre esta interesante historia.

A este lugar, también se le conoce como ‘La cuesta de la mula’, que es la parte alta del cerro por donde antiguamente pasaba el camino a Tecomán. Se dice que gran parte del túnel fue destruido cuando se desbarató el declive del cerro. Aquel día, los trabajadores encontraron chispetas en su interior y carrilleras, que nadie se atrevió a inspeccionar y las dejaron como estaban, enterradas, por lo que con el tiempo, creció el mito que en el lugar se conservan tesoros.
El famoso túnel está en el paredón de lajas, a una altura de cerca de 2 metros, entre Turla y la comunidad de Tecolapa, junto al entronque para entrar al camino que conduce a Ixtlahuacán, a 15.5 kilómetros (en dirección Sudeste) al centro de Tecomán. Se dice que es un vestigio de la época prehispánica y que servía como refugio o templo de los antiguos pobladores de Colima.
Según la gente de los alrededores, este túnel está encantado y adentro se escuchan campanas llamando a misa. Se menciona también que pudo ser guarida de bandoleros. Nos percatamos que existen muchos relatos referentes a este camino antiguo, como el que se narra que un señor cruzó este pasadizo sobre un burro, con una canasta llena de pan, y al salir, se le convirtió en excremento de vaca.
Una leyenda menciona que servía de camino, para carga de mulas, y que fungieron en su momento como ruta de escape de sacerdotes y cristeros, que, de forma segura, los llevaba a lugares donde se reunían a ofrecer misa y practicar los sacramentos.
Nos compartieron en la comunidad que, justo en ese lugar, se aparecían duendes y que en varias ocasiones, gente relató que ahí “se les apareció el diablo”.

Mencionan que la salida está en la comunidad rural de El Alcomún. Otras personas señalan que, su verdadera entrada y salida, pudiera estar en Caleras; también que esta construcción traspasaba el lomerío y comunicaba a los cerros de Jala. Esto se deduce, porque existen relatos y se han descubierto túneles y cuevas, con características similares.
También se cuenta que este subterráneo comunicaba varios templos, entre esos, el de Tecolapa, con la Catedral de Colima y la capilla de La Cumbre.
La gente de antes, contaban que ahí sepultaban a quienes habían fallecido a causa de lepra, en la ciudad de Colima y de Tecomán, y que gran parte de ese camino, se derrumbó, debido a los temblores; pero que también se dejó de caminarlos, porque, de un tiempo a otro, varios acontecimientos extraños comenzaron a suceder, ya que ese sendero lo cuida un ánima y era quien apagaba las veladoras y descargaba las baterías de las lámparas, a aquéllos que se atrevían a entrar.

Por último, encontramos que una corriente de historiadores, difiere de estas leyendas y señalan que este “túnel”, no tiene nada de especial, y que todo lo que se dice sobre él, son sólo mitos, y que tampoco es una cueva, sino lo que realmente se aprecia es el corte transversal de una alcantarilla, dren, o desagüe pluvial, del ‘Camino Viejo’, que pasaba por ahí y quedó al descubierto, cuando se hizo el corte del paredón para la actual autopista.
Y que incluso, sirvió de bodega para guardar dinamita y herramienta de construcción, aunque no descartan su importancia histórica, ya que esta ruta pudiera ser parte del Camino Real de Colima, que fue por casi 300 años la principal vía de comunicación desde Manzanillo hasta Guadalajara.
Su creación data del año 1650, cuando el antiguo camino indígena ya existente, fue ampliado por órdenes del virrey Antonio de Mendoza, para dar paso a las carretas, carruajes y diligencias.
El acceso es peligroso. Hay derrumbes y es muy transitado. Por lo que no se recomienda visitar ni desacelerar el auto, al pasar por el lugar.
