Putin condecora a brigada acusada de cometer crímenes de guerra

Mientras tanto, políticos de Ucrania reportan que el ejército ruso continúa cometiendo crímenes de guerra debido al conflicto entre ambos países

El presidente Vladimir Putin concedió este lunes un título honorífico a la brigada acusada de cometer atrocidades en Bucha, cerca de Kiev. En tanto, Leópolis, en el oeste de Ucrania, fue objeto de ataques que dejaron alrededor de siete muertos.

Putin concedió el título de “Guardia” a la 64ª brigada de infantería motorizada, resaltando su “heroísmo, la tenacidad, la determinación y la valentía” de sus tropas, quienes son acusadas por Ucrania de “crímenes de guerra” en la localidad de Bucha, cerca de la capital, Kiev.

Previamente, el Ministerio de Defensa ruso indicó que 16 objetivos militares de Ucrania fueron atacados.

En Leópolis, en el oeste del país, se registraron “cinco potentes ataques con misiles de una sola vez sobre la infraestructura civil”, indicó en Twitter Mijailo Podoliak, asesor del presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

El gobernador regional, Maksym Kozitsky, habló de cuatro ataques con misiles de crucero, disparados desde el mar Caspio: tres sobre infraestructuras militares y una en un garaje de neumáticos. Todos los objetivos quedaron “gravemente dañados”, según él.

“Por ahora, tenemos siete muertos”, añadió, y “once heridos, entre ellos un niño”.

En la zona atacada del garaje, a unos cuatro km del centro de la ciudad, periodistas vieron un edificio en llamas y un cráter cerca de una línea férrea.

Situada lejos del frente y cerca de frontera con Polonia, Leópolis se convirtió en refugio para los desplazados. En ella se encuentran además varias embajadas occidentales, trasladadas desde Kiev.

“Hoy, entendimos claramente que no tenemos ningún lugar seguro en Ucrania. Es muy peligroso”, declaró  Natalia, una empleada de banco, después de los ataques.

“DESTRUIR EL DONBÁS”

Los bombardeos en Leópolis se produjeron horas después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusara a Rusia de querer “destruir” la región del Donbás, donde Moscú está concentrando fuerzas de cara a un eventual asalto.

“Las tropas rusas se preparan para una ofensiva en el este de nuestro país en el futuro cercano. Ellos quieren literalmente acabar y destruir Donbás”, señaló el Volodímir el domingo de noche.

En Mariúpol los últimos combatientes, atrincherados en el complejo metalúrgico de Azovstal, desoyeron el ultimátum de Moscú para que cesen el fuego y evacuen el sitio.

“Saboteen las órdenes de los ocupantes. No cooperen con ellos (…) Resistan”, dijo Zelenski, que calificó la situación de la ciudad de “inhumana” y pidió de nuevo armas pesadas a Occidente.

MARIÚPOL “NO HA CAÍDO”

Mariúpol se convirtió en el símbolo de la feroz resistencia ucraniana ante el ejército ruso.

“La ciudad aún no cae”, sostuvo el primer ministro Denys Shmyhal.

“Aún tenemos fuerzas militares, soldados, ellos lucharán hasta el final”, declaró a la cadena estadounidense ABC.

Mariúpol, con 440 mil habitantes antes de la guerra, es un objetivo clave para Moscú y el último obstáculo para garantizar su control en la franja marítima que va desde los territorios separatistas prorrusos del Donbás hasta la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU señaló que más de 100 mil civiles de Mariúpol están al borde del hambre y sin agua ni calefacción.

En medio de esta pugna por Mariúpol, la televisión estatal rusa difundió el lunes un video de dos prisioneros, identificados como los británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin, capturados en combates en Ucrania, pidiendo al primer ministro Boris Johnson negociar su liberación.

Los dos hombres piden ser intercambiados por Viktor Medvedchuk, un rico empresario ucraniano cercano al presidente ruso Vladimir Putin que fue detenido en Ucrania.

Kiev, por su parte, difundió un video de este empresario en el que pide ser canjeado “contra los defensores de Mariúpol y sus habitantes”.

“SEMANA DIFÍCIL”

El gobernador de Lugansk, Serguéi Gaiday, consideró que “esta semana será difícil” y pidió a los civiles que abandonen la zona, en tanto las autoridades locales afirmaron este lunes que las tropas rusas capturaron la ciudad cercana de Kreminna.

“En la noche hubo un ataque importante” en Kreminna, declaró Gaiday en su página de Facebook.

“El ejército ruso ya entró con una enorme cantidad de material bélico (…) Nuestros defensores se replegaron a nuevas posiciones”, agregó.

En la segunda ciudad del país, Járkov, volvieron a registrarse bombardeos este lunes por la mañana, constató un periodista sobre el terreno. Al menos tres personas murieron.

El ataque se produjo un día después de que otro matara a cinco personas e hiriera a otras 20 en la misma ciudad, situada a 21 kilómetros de la frontera con Rusia.

En los alrededores de Járkov, las fuerzas ucranianas se fueron posicionando a lo largo del fin de semana, tras montículos de tierra y cráteres desde donde vigilaban el avance de los rusos.

“Cuanto más tiempo permanezcan en un lugar, cuanto más atrincherados estén, más difícil será eliminarlos”, declaró un sargento que se identificó como Oreshek. “Tienen que retirarse”, añadió.

Más de 4.9 millones de personas han huido de Ucrania desde el 24 de febrero, según datos de este lunes de la ONU, que precisa que más de 65 mil de ellos lo hicieron en las últimas 24 horas.

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