Jornadas Académicas, diez años mejorando el trabajo docente: Rector

Financiamiento, gobernanza y alianzas, tres grandes retos para las Instituciones de Educación Superior, en el corto plazo: Otto Granados, conferencista

Santiago Castañeda Ponce | Dimensión

Con el propósito de mejorar las habilidades de las y los docentes, para que puedan enfrentar los retos actuales, derivados de la pandemia del Covid-19.

Y con la conferencia “Educación superior, economía e investigación: algunos desafíos urgentes”, impartida por el maestro Otto Granados Roldán.

Iniciaron este lunes, los talleres, conferencias, paneles y webinars de las Jornadas Académicas 2022, de la Universidad de Colima.

Al inaugurar este evento, el rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño dijo que “estas jornadas son especiales, ya que cumplen una década como proyecto consolidado, que atiende los aspectos clave para la mejora del trabajo docente.

Esto, en cuanto a competencias pedagógicas, disciplinares, de investigación, digitales, y la incorporación de temas centrales para la educación, como son la inclusión, la igualdad de género y el desarrollo sostenible”.

Las Jornadas, resaltó, “son la estrategia principal para apoyar a nuestros maestros y maestras, a salvar los retos de la pandemia, pero también para invitarlos a reflexionar, analizar y elegir los mejores caminos, para el logro del aprendizaje de los estudiantes.

Considerando, con esto, acciones diferenciadas que respondan a las diversas situaciones que los alumnos enfrentan”. 

Reconoció el esfuerzo de las instancias organizadoras y de todos quienes contribuyeron al arraigo de esta estrategia de capacitación.

“Especialmente, valoro la voluntad y responsabilidad de los profesores que, incluso, en la situación complicada que atravesamos, ha continuado con su formación académica y profesional, permitiendo así que la institución educativa cumpla con sus funciones sustantivas”, dijo.

A su vez, Martha Eugenia Chávez González, directora general de Desarrollo de Personal Académico, instancia organizadora de las jornadas, destacó que este año, se cumplen diez de realizarlas, “con el objetivo de dotar de herramientas que mejoren nuestras competencias como profesores”, ponderó.

“Como saben -dijo-, la pandemia se ha prolongado y trajo consigo otros problemas, por lo que los profesores, al igual que los estudiantes, han tenido que combinar hogar, trabajo y escuela, y enfrentar además, los problemas de conectividad. La pandemia nos demostró que aún no estábamos listos para afrontar la enseñanza, con mediación tecnológica, por lo que aún nos queda camino por andar.

Espero que, lo que aquí aprendan, se convierta en más y mejores recursos didácticos, empatía y en estudiantes más competentes”.

En su conferencia, Otto Granados, presidente del consejo asesor de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, habló de tres grandes retos que enfrentan las Instituciones de Educación Superior, en el mundo: oferta académica y necesidades de la economía; la investigación y su impacto real en las políticas públicas, y el desarrollo de productos y servicios de alto valor agregado.

Para explicar mejor estos retos o desafíos, Otto Granados ofreció datos sobre el gran crecimiento que ha tenido la educación superior, en el mundo.

Incluso en América Latina y el Caribe, donde el 55.4% de la matrícula, la conforman mujeres; el 33% jóvenes de familias con bajos ingresos, y un 10% de alumnos provenientes de los hogares más pobres.

A pesar de lo anterior, dijo, la economía mexicana no está lo suficientemente diversificada y no es capaz de absorber esta creciente capacidad de egreso, lo cual deriva en una dificultad para que los egresados encuentren un primer empleo.

“Esto nos lleva al primer desafío, ¿cómo cerramos brechas, cómo alineamos sinergias efectivas entre la cantidad, diversidad y calidad de la oferta académica con las demandas y necesidades de la economía y del mundo laboral?”, cuestionó.

A esta situación, dijo, se suma, que la gente estudia profesiones con una menor inserción laboral y un menor valor agregado, en la innovación. El 55% de los alumnos, en América Latina y el Caribe, estudia carreras de ciencias sociales y humanidades, y son pocos los que ingresan a profesiones más demandadas, como ingeniero de software o analista de sistemas.

En cuanto a la investigación y el desarrollo, dijo que a nivel global, hay 7.8 millones de personas dedicadas a la investigación; sin embargo, sobre todo en América Latina, su trabajo no se ve reflejado en patentes ni en innovaciones.

En patentes, las naciones de Asia, se llevan el 68.4%; Europa, el 24.3%; Norteamérica, el 4.2%; África, el 1.3%; Latinoamérica, sólo el 1.1, y Oceanía, el 0.7%.

En cuanto a innovación, sólo Chile, México, Costa Rica y Brasil aparecen entre los primeros 60 países, en los lugares 53, 55, 56 y 57, respectivamente.

Esto, continuó, “nos lleva a un segundo desafío: si nos ponemos a pensar, más allá de artículos científicos, del factor de impacto y del número de citas.

Entonces, el reto es ¿cómo medir o lograr que la investigación que se hace desde las instituciones de educación superior tenga un mayor impacto real y concreto en el diseño, en la formulación y en la instrumentación de políticas públicas?”

El último desafío, derivado del anterior, es “¿cómo aprovechamos más, desde las instituciones de educación superior, cómo influimos más para que la investigación aplicada, que ya se hace, impacte e influya en el desarrollo de productos y servicios de mayor valor agregado en la economía, para que ésta se mueva a sectores de mayor sofisticación productiva y que esto confluya en mayores niveles de competitividad?”.

Otto Granados comentó que durante las próximas tres décadas, resurgirá el tema sobre los fines de la educación superior, la cual, enfatizó, “no desaparecerá, pero sí deberá de cambiar su modelo de operación y de provisión, sencillamente porque el entorno está cambiando”.

En este sentido, agregó que si una universidad tiene avances en un tema específico, en el que es y ha sido vanguardia, “tendrá mayor autonomía, autosuficiencia, efectividad y un desarrollo que pueda permitirle sortear el temporal con mejores perspectivas que otras instituciones.

Aquí, la construcción de alianzas suele ser muy importante, por lo que a corto plazo, el financiamiento, la gobernanza y las alianzas, son los tres grandes retos a enfrentar”.

Otto Granados ha sido también secretario de Educación Pública, director general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia de la República de México; gobernador de Aguascalientes y embajador de México en Chile, en dos ocasiones.

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