Expresiones

¡Gracias, Don Manuel!

Antonio GARCÍA AVALOS/Periodista

Lo que escriba de Don Manuel Sánchez de la Madrid será poco en comparación con el inconmensurable agradecimiento, cariño y admiración que le profeso al que fuera Fundador y Director General de El Mundo desde Colima desde el año de 1978, más de cuatro décadas que, dicho sea de paso, se dice fácil y rápido, pero mantener un rotativo por todo ese tiempo en el ánimo de las y los lectores y con una probidad probada, es difícil de obtener, pero todavía más cuando casi todo el trajinar ha sido sinuoso y con dificultades financieras.

Don Manuel en El Mundo realmente fue el primero que me abrió las puertas de un medio de comunicación para ejercer la actividad periodística, porque si bien es cierto con anterioridad había participado en otros rotativos, fue en responsabilidades distintas y de manera aislada. El caso de Diario de Colima como capturista, en El Comentario en el semanario cultural “Andante” y en El Noticiero en la sección deportiva solo una quincena.

Pero ya más en forma y percibiendo un sueldo, fue el Mundo desde Colima  donde inicié a través del buen amigo Jorge Torres Espinoza, que me enlazó con Don Manuel, que me dijo que había un espacio en deportes y así comencé, compaginando la responsabilidad con notas policiacas, aunque le expuse que mi interés y objetivo era ser reportero de primera plana, y me comentó que tomando en cuenta cómo me desenvolviera y hubiese una oportunidad, ya vería. Y así fue.

En tres periodos he estado en esa Casa Editora, la primera por espacio de siete meses, la segunda por dos años y en esta tercera ya más de 17 años, en la que a Don Manuel me inculcó siempre que el periodismo se debe practicar con seriedad, honestidad, veracidad y compromiso.

En la primera, duré siete meses y me fui al Panorama, regresé por dos años y volví a renunciar para ingresar al Independiente; tiempo después, tras estar por ocho años en el Diario de Colima y dos años y meses en el Ayuntamiento de Colima, retorné a la querencia solo haciendo el editorial, y cuando concluyó mi nombramiento en la comuna como Jefe de Reclutamiento me incorporé de lleno en la redacción y edición de El Mundo desde Colima.

Cuántas anécdotas tengo de Don Manuel, donde quedaba siempre de manifiesto sus cualidades innatas en el periodismo, su sensibilidad y su proclividad de apoyar. Como por ejemplo cuando una vez le llamé ya pasada la medianoche para que me dijera cómo cabecear la nota principal de la edición siguiente, cuando desalojaron del edificio de Palacio de Gobierno a los burócratas liderados por Martín Flores Castañeda y Agustín Martell Valencia (q.e.p.d.), que había sido tomado en el sexenio de Carlos de la Madrid Virgen (q.e.p.d.).

Tenía poco tiempo en el periódico y me tocó cubrir la nota, le hablé al entonces subdirector, Fernando Castro Moncrieff (q.e.p.d.) y no me contestó, y entonces me comuniqué con Don Manuel  y pronto me contestó y ya cuando le expliqué por qué lo había llamado, solícito me dijo: Solo cabecéala así: “¡Los desalojaron!”.

Otra anécdota: cuando el sismo del 21 de enero de 2003, cuando terminó de sacudirse la tierra, arribó a las instalaciones de El Mundo Don Manuel y nos comentó a Rocío Amezcua Cruz y a un servidor –que aún permanecíamos allí luego de que los reporteros se habían retirado para acopiar la información del fenómeno natural—que qué estábamos haciendo en ese lugar, que nos fuéramos a la voz de ya con nuestras familias y que primero era la integridad y la vida. Incluso llevó a mi compañera hasta su casa.

Una más, recuerdo bien que cuando andaba reporteando en deporte y policiacas, le insistía en que quería trabajar más en primera plana, que era lo que me apasionaba y no las otras secciones, a lo que me propuso, que para no dejar desprovisto las otras, me daba un sueldo fijo por la información general y un pago extra por las notas policiacas y deportivas que le llevara.

En el mismo tenor, le argumenté que ocupaba en qué movilizarme, que si podía venderme una motoneta que tenía en el periódico y se la iba pagando, y me dijo que no rotundamente, para luego acotar: tiene algunos detalles, arréglalos y llévatela, ¡te la regalo!

En lo personal me gustaba leer sus columnas Diálogo Político y En la Columna, sobre todo la segunda, que reseñaba episodios de su vida, recreando el momento como si estuvieses ahí, siendo testigo directo de los hechos.

Es cierto, no puedo negar, tuvimos desencuentros como en toda relación debido a su recio carácter y mi explosividad, así como a las diferentes formas de pensar y que en ocasiones lo sacaba de sus casillas o viceversa, pero nada insalvable y que superábamos con diálogo, empatía y altura de miras.

Y reitero lo que refiero al inicio de esta colaboración: sin hipocresías y con el corazón en la mano, será poco lo que escriba en comparación con el inconmensurable agradecimiento, cariño y admiración que le profeso a Don Manuel.

Me duele en el alma su partida, aún no lo puedo creer que se haya ido y que ya no habrá más Diálogos Políticos y En la Columna, al menos ya no en el paraíso terrenal. Paradójicamente, se va un grande, pero se queda entre nosotros.

Mis sentidas condolencias a Manuel, Director de este medio, y a sus hermanas Lourdes y Amalia. Vaya también un abrazo solidario a nietos y demás familiares de Don Manuel.

¡Gracias!, ¡muchas gracias por todo Don Manuel!

CORDÓN

Vaya el Cordón en honor y a la memoria de Don Manuel Sánchez de la Madrid…

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