Inseguridad, ajena a misas y a los servicios religiosos
*Las parroquias mantienen su plan diocesano pastoral, asegura el párroco José de Jesús Ramos Hueso
Redacción – Dimensión
Después de que en el ámbito nacional durante los últimos meses hayan sido asesinados, amenazados, golpeados, etcétera, algunos sacerdotes católicos, el Vicario General de la Diócesis de Colima, José de Jesús Ramos Hueso, indicó que en la entidad no se han presentado este tipo de actos delictivos en contra de los párrocos.
“En Colima gracias a Dios no ha habido amenazas a ningún sacerdote, hay respeto, yo creo que el sacerdote tiene que ser signo de unidad de una parroquia y trabajar por la unidad de las familias”, externó.
Manifestó que lo que ha pasado en otros estados y municipios y en otras diócesis es “donde podemos ver qué sacerdote golpearon, levantaron o le quitaron la vida, es donde el sacerdote está llamado a reivindicarse y dedicarse a las cosas de Dios y no apartarse de las manos de Dios”.
Reiteró que el sacerdote no debe de ser ni juez, ni tampoco el golpeador, ni el que acuse, ni tampoco el que hable de los demás, sino todo lo contrario llamarlos a la unidad y a la paz y que se dedique a lo suyo.
Respecto a las actividades que está y estará llevando a cabo la Diócesis de Colima, afirmó que se tiene un plan diocesano pastoral, en donde se continúa con la catequesis infantil, reuniones con jóvenes y adolescentes, el apoyo a adultos, a las personas enfermas. Se sigue trabajando en los sacramentos y llevándose a cabo las actividades pastorales sociales.