Todo espera
Miguel Inzunza
Todo espera paciente
a que ceda la euforia de lo diurno,
la lámpara, el balcón,
el silencio con su faro de niebla.
La noche está en la lumbre
y apunto de cocción,
ya huele a tinta.
La noche va paciente,
desnudando los versos que en el día
se esconden del bullicio,
penetran lentamente por los párpados
a tientas, indecisos.
A estas horas se ven
mejor esas luciérnagas del tiempo
que emergen de la página.
La vida es esa oculta pirotecnia.