¡Adiós!

Nonantzin Medina

Este día he decidido decirte adiós, el porque me voy, es porque simplemente no soy feliz, después de las mentiras, las traiciones, la desilusión, el saber que no soy tu complemento, me dicen que no estoy en el lugar correcto.

He aprendido, espero que no tarde, a amarme con mis grandes defectos y mis pocas virtudes, pero que al conjuntarse hacen de mí una mujer única, la cual no supiste valorar.

Es cierto, tuve cambios radicales en muchos aspectos, pero mi esencia seguía y sigue ahí, esencia que no supiste o no quisiste ver, siempre me comparaste con alguien más y para ti, siempre fui una perdedora.

Pero, sabes, no, no soy una perdedora, si lamentablemente me deje someter o sobajar, fue por el amor que te tenía, porque quería que tu a pesar de todo siguieras a mi lado, que comprendieras que soy una mujer imperfecta pero que estaba dándote todo lo que estaba a mi alcance.

Lástima que no lo quisiste valorar, buscaste en otros brazos, en otras letras, en otras miradas lo que si hubieras puesto más empeño también hubieras encontrado en mi, pero yo nunca fui para ti lo suficiente, nunca fui un aliciente para luchar por lo que estábamos creando.

No he dejado de amarte, pero hoy mis ojos te ven de manera diferente, hoy mi amor propio me dice que no cambiarás, que tarde o temprano buscarás nuevamente otros brazos, otras miradas, otras letras y hoy he decidido que no es el camino que yo deseo para mi.

Me voy llena de orgullo, porque hice todo lo que estuvo de mi parte para que esta relación creciera, se mantuviera, intenté ser tu ser especial, tu apoyo incondicional, pero de ti, solo recibí rechazo, comparaciones, palabras hirientes, mentiras, traiciones, y no, no, definitivamente eso no me lo merecía, ni lo merezco.

He cometido grandes errores, de los cuales me arrepiento, pero he sabido reconocerlos y pedir perdón.

Hoy busco mi felicidad, mi tranquilidad y mi equilibrio, hoy entiendo cuánto valgo y a lo que me enfrento, no pertenezco a la soledad, me he dicho siempre, pero ahora la prefiero antes que la compañía de alguien que me hace sentir sola.

Hoy prefiero dormir en la soledad de mi cama con mis almohadas como único acompañante, a tener a alguien a mi lado que no ha dudado en decir que duerme conmigo por obligación, que no me toca, que no siente nada por mi para ganarse el cariño de alguien más.

Hoy prefiero estar sola, a saber que alguien me ha negado tantas veces, alguien que no solo se siente “soltero” porque no hay un papel de por medio, quien no siente que el vivir y convivir con alguien es parte de un compromiso, sino que además lo afirma ante las mujeres con las que busca ser atendido y querido, cuando en casa, siempre hubo quien lo esperara, quien se preocupara por él, y quien en la medida de sus posibilidades le dio cuanto lo que pudo tener.

Por eso, te digo adiós, porque si yo no te completo, tu tampoco me completas, yo me siento una mujer en todos los sentidos, que merece un hombre completo, un hombre que sienta lo mismo que yo, que luche lo mismo que yo, que ame como lo amo yo y hoy caigo en la cuenta, que tu no eres ese hombre.

Sé que pronto encontrarás quien te arrope en tus sentimientos, quien te pueda otorgar amor, quien te llene en tus más profundas perversiones, en tus deseos en todos los sentidos, pero sabes algo, nunca encontrarás a alguien como yo.

Hoy me has perdido, perdiste lo poco que te di, pero que nadie más te lo dará, hoy perdiste a tu amiga, a tu incondicional, hoy perdiste a quien a pesar de las adversidades y a pesar de no estar “casada” se sentía con el compromiso de ser “tu mujer”, hoy simplemente pierdes a una mujer que te amo en todos los sentidos, que te otorgó apoyo, quien sufrió cuando tu sufrías, que lloró por ti, cuando tu no podías.

Hoy perdiste a alguien especial, a alguien que vio más allá de tus defectos, más allá de tus demonios, alguien que intentó entenderte y comprender tu comportamiento, alguien quien te alentó para salir adelante y ser una mejor persona, alguien quien te impulso y te apoyó en tus proyectos, en tus deseos, en tus sueños, en tus locuras.

Hoy pierdes, a una gran mujer, y hoy tu eres el perdedor. Hoy la ganadora soy yo, porque esa mujer que hoy pierdes, la he ganado yo.

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