Serie “Duelos”

Leandro Murciego

lmurciego@gmail.com

(Estos poemas nacieron hace dos años, comenzaron a gestarse en los últimos días de la vida de mi padre (Juan Manuel Murciego) y continuaron hasta días después de su muerte)

En mis textos los títulos van abajo y entre paréntesis. Es, casi, una declaración de principios. La idea es no influenciar al lector y permitirle su libre interpretación.

PARA JUAN MANUEL MURCIEGO

Este árbol que soñó

con dar sombra

hoy se sabe bonsai,

tierra revuelta,

maceta vacía.

(Responso)

Perdí las letras.

Se secaron las yemas de los dedos.

se endurecieron los ojos.

Se aletargó el tiempo

y me vestí de sepia

para guardar en cautiverio

alguno de nuestros recuerdos.

(Deudo)

Desperté huérfano de padre.

Este día que jamás amaneció

trajo silencio y humedad,

soledades aún no descubiertas,

potestades tan dolorosas

como indeseadas

y un niño que ahora

debo aprender a cuidar.

(Orfandad)

Duele saberse solo

y en primera línea de fuego.

Duele este frío en pleno enero,

las siestas que no duermo,

las noches con aroma a desvelo,

y esas marchas que desde ahora

haré en silencio.

(Duele/duelo)

Tengo los días contados.

Dibujo soles por las noches

y nidos vacíos, pero al revés.

(Ausencias)

Rozongo como fuelle

en cada exhalación,

soy más Pichuco

y menos Homero.

(Responso 2)

Cómo se recuerda el abrazo,

el calor de la mano en la espalda,

tu voz diciendo mi nombre.

Cómo se mitiga el frío,

se combate la ausencia

se cauterizan los recuerdos.

Cómo haremos para vivir juntos

en este cuerpo y saberte ahí,

sin tener que buscarte.

(Reencarnación)

Soy el silencio que baja del pecho

y va quemando todo,

El tiempo que promete la cura

pero que detuvo su paso,

la cabeza de mi niño

que aún espera por tu mano,

y este Año Nuevo

que me envejeció tanto.

(Huérfano)

El otoño dura más de tres meses

cuando se lleva en los huesos.

No voy a llevate flores

ni sacar las hojas secas de la tumba.

La osamenta que allí yace

no son los restos de  tu vida.

Tan solo necesito engañar

a la muerte con un verso

para que seamos eternos.

(En memoria)

Yo aprendí de qué se trata el silencio,

el ardiente fuego que nos hace historia,

la ola pequeña que sueña con ser mar

a la orilla del lago,

el calor del sol cuando se hace recuerdo,

y este color a nostalgia con que se va pintando el tiempo.

(Responso 3)

Me resistí hasta cuando pude.

Después fuimos:

abrazo,

recuerdo,

partida.

Ahora solo ausencia

que clama una compartida soledad.

(Destino final)

Este dolor que preludia

el que traerá mañana

se reduce a una pena,

que nunca será castigo.

(Preludio)

Cae el atardecer y estoy cayendo con él.

La foto se va pintando de sepia,

nada que explique este otoñar anticipado,

hoy por la tarde marzo se vistió de abril

y mengua más que nunca.

(Ocaso)

Aquí dejo otros seis textos, por las dudas que necesites o quieras más

Desde la comodidad de mi pluma

nada me es ajeno.

Dicto, sentencio e invento.

Con dos versos acabo con el hambre,

con una estrofa cambio a un pueblo entero,

y con un poema me llevo al mundo puesto.

Después, vuelvo a mi vida de siempre

plagada de sombras y silencios

(Rebeldía poética)

PARA EVA

Quiero que nunca dejes de saltar al revés,

que no pares de sonreír con los ojos,

y que me sigas quemando cada vez que te toco.

Desearía poder conservar tu infancia

-como en una cajita-,

para regalártela de grande,

cuando el tiempo te ahogue.

(Me liviana herencia)

Todos somos hijos de Troilo.

Aprendimos a escuchar la voz del fuelle

y a arrastrar la suela del zapato

hasta que el rezongo se quedaba sin aliento.

Casi todos lloramos sobre bandoneones

los recuerdos que perdimos con los años,

la poética del cuento de la barra de la esquina

y la sombra de un amor

que creció al desamparo de las luces mortecinas.

Algunos nos alejamos sin poder irnos del todo.

Nada es igual: ni nostros

ni el silbido de la vieja melodía.

Ya no hay rastros de las vías del tranvía,

ni empedrado lustroso

Ya no veredas con pibes

ni Sur ni el paredón ni después.

(Chan chan)

2021

No les pienso dar más información que este poema.

De mí no saldrán ni santos ni señas.

He sembrado de olvidos mi memoria;

solo me quedan unas voces compañeras,

el eco de algunas risas

y la amarga tibieza del último mate entre amigos.

Los nombres que supe he aprendido a olvidarlos.

Sostendré el silencio hasta la última palabra.

Tengo la convicción de que de este lado nos abriga la utopía.

Mañana quizá sea otro día

-o el mismo- con algún recuerdo menos.

(Ni perdón ni olvido)

No quiero entrar en quicio.

Ese sayo no me cabe.

Aún no sé esperar mansamente

ni la llegada de la aurora ni de la muerte.

Eso lo dejo para otros.

Me debato entre huracanes y ciclones.

La paz la encuentro solo en el diccionario

y nunca en el lugar donde debería estar.

Dios no existe.

Todos los mapas mienten.

No hay caminos que no acaben en el infierno

ni cuentos con finales felices.

(Fin de la utopía)

“Ulises no conoció a Joyce.

Él se quedó en el umbral;

mientras, del otro lado

-como en un espejo-,

el escritor digitaba hasta el sueño

que le esperaba por soñar.”

(La otra historia de Odiseo)

Pequeña biografía:

Soy Leandro Murciego, periodista del diario La Nación en Argentina hace más de 25 años, poeta y autor del libro “Identidad”, gestor cultural y creador del blog Poesía a Mano Alzada –PAMA- (www.poesiaamanoalzada.com.ar) que nuclea y cura trabajos de más de 150 poetas hispanoamericanos vivos. Además soy creador y conductor del programa radial literario Noche de Letras 2.0 (que tiene 5 temporadas, 150 emisiones y que cosechó 5 premios entre nacionales e internacionales).

Soy coach ontológico recibido y me desempeño tanto presencial como virtualmente como coach y mentor de artistas. Mi trabajo es ayudar a poetas, cuentistas, novelistas, cantautores y a personas interesadas en la escritura, a refinar y enriquecer su estilo literario. Además -y desde la declaración de la pandemia-, realizo talleres virtuales-individuales, diseñados a medida, para aquellos que quieren arrancar en el mundo de las letras.

Como gestor cultural y organizador de eventos culturales le di vida a RCP (Resistiendo con Poesía) e Intimidades Poéticas.

Escribo poesía y cuentos desde los 16 años. Publiqué el libro de poesías “Identidad”, en 2015 por la editorial Por el ojo de la aguja, en EE.UU.

SOBRE PAMA

En este espacio, que nació en 2013, doy a conocer mi actividad literaria al igual que el trabajo de otros autores contemporáneos poco conocidos y compartir obras de reconocidos escritores. El blog, que obtuvo un premio binacional como mejor sitio web cultural de Argentina y Uruguay en 2017, se presenta como un punto de encuentro para aquellos que disfrutan de la literatura.

Leandro Murciego/lmurciego@gmail.com

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