Presentan libro “Murmullos en los muros”

Redacción – Dimensión

Este viernes, de manera presencial y con transmisión en vivo por el Facebook del periódico El Comentario, se presentó el libro “Murmullos en los muros, la historia de éxito de un programa del CEDEFU”, en la sala anexa del Paraninfo Universitario. A través de sus páginas, comentaron las y los presentadores, encabezados por el rector José Eduardo Hernández Nava, el lector podrá hacer un recorrido visual por los 55 murales que narran la historia de las escuelas y los artistas que plasmaron su arte en espacios colectivos.

Para la poeta y ensayista Ada Aurora Sánchez Peña, las expresiones artísticas tienen la capacidad de transformar personas y espacios, tal como lo dijo Jaime Sabines en “Bach mueve cortinas”, un poema, dijo Ada Aurora, “que escribe para decir que hay expresiones artísticas, en este caso la música de Bach, que tienen el poder transformador y exaltador. Esa idea está implícita en el programa Murmullos en los muros, que surge en el Programa de Calidad de Vida con el objetivo de impulsar murales en escuelas primarias, secundarias, bachilleratos del estado y facultades de la universidad de Colima, que buscan contribuir al desarrollo de la sensibilidad, de las habilidades y destrezas artísticas de los estudiantes, así como a la promoción de valores y el trabajo en equipo”.

El libro que se presenta, dijo Sánchez Peña, recupera para la memoria colectiva la gestación de este programa, sus objetivos, resultados y alcances; “la historia de éxito de Murmullo en los muros se finca, me parece, en el hecho de que moviliza a través del arte a los estudiantes, los convoca a expresar su identidad, sus preocupaciones, sueños y tradiciones, para comunicar a otros estudiantes una percepción de la vida y un momento irrepetible: los años de educación escolar”.

Sin duda, comentó, “el programa alienta el embellecimiento de espacios a partir de la creatividad y los valores fundamentales para la sana convivencia, que estudiantes junto con autoridades universitarias han creado trazos, metáforas visuales, fiestas de color sobre los muros, para dejar testimonio de una presencia, un pensamiento, de una manera de ser en el muro. Libro que ejemplifica a su vez la promoción de una educación con pertinencia social integral, inclusiva y humanística, más allá de los espacios universitarios; es decir, donde se requiere transformar una realidad”.

El coautor del libro, Carlos Enrique Tene Pérez, director de Previsión Asistencial del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (CEDEFU), comentó que el texto no sólo es la relatoría de lo que se hace en un programa institucional universitario, sino que va más allá. Este programa, dijo, “busca abonar a una educación con responsabilidad social y con él se concilian el arte y la cultura con la formación universitaria. Se aprende que se pueden crear obras buenas cuando se trabaja en equipo, cuando se aporta una idea personal y se busca articularla con los demás. Este programa busca mejorar la calidad de vida, no sólo de la familia universitaria sino de toda la sociedad”.

También agradeció al rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava y a Alicia del Carmen López de Hernández, por lo aprendido en estos años, y trabajar bajo un mismo propósito.

Por su parte Alicia López, presidenta del voluntariado Universitario y directora general del CEDEFU, narró algunas historias que hay detrás de estos murales, creados desde 2016 a iniciativa de la Universidad de Colima. Recordó el mural elaborado en la escuela “Emiliano Zapata” de la colonia el Tívoli, donde encontraron que los pequeños estaban ávidos de arte y que ésta era una forma de expresarse.

“En el Mirador de la Cumbre II, agregó, se trabajó con el tema de los derechos de los niños y las niñas, y allí pintaron en la pared que está por fuera del plantel un arcoíris, plantas y su escuela. Lo espectacular del mural es que dice ‘Cuídame, banda’, y ese decir banda incluye a todos los de la colonia. El mural está desde el 2016 y no ha sido grafiteado hasta la fecha porque lo cuida la banda”.

Otro mural representativo, dijo, es el elaborado cuando la UdeC estaba trabajando en el proyecto MUSE, en la escuela de educación especial “Vidal Domínguez”, y en el que participaron niños con parálisis cerebral y Asperger en la escuela “Jean Peaget”. Este 2020, comentó, “por la pandemia no se concluyeron algunos murales, pero quedaron bocetos que pueden encontrarse en el libro y que esperan ser plasmados”.

Finalmente, el rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava, agradeció a todas y todos los involucrados en el proyecto: directores, artistas, funcionarios y estudiantes, “porque sin duda este programa fue uno de los más exitosos del CEDEFU”.

Esta memoria, dijo, “da cuenta de la concepción y puesta en marcha del programa ‘Murmullo en los muros’, creado con el propósito de fortalecer las habilidades artísticas de los estudiantes, pero sobre todo para contribuir de manera novedosa y lúdica a la formación integral de los alumnos. El libro lleva al lector a apreciar, mediante imágenes oportunas de actividades, murales e inauguraciones, el origen de los murales y su articulación histórica con el devenir universitario, en especial con la estrategia de Educación con responsabilidad social y la creación del Centro Universitario de Desarrollo de la Familia Universitaria”.

Explicó que este programa se inspiró en el proyecto muralista de José Vasconcelos, y que el libro narra cómo fueron surgiendo estos murales, cómo fueron concebidos y luego llevados a la práctica con diversas técnicas pictóricas.

Con el programa “Murmullos en los muros”, dijo el rector, “se innova el campo de actividades que otorga la Universidad a sus estudiantes para que puedan desarrollarse de forma integral y contribuir con ello a su propia formación como profesionistas de la más alta calidad y humanismo”.

El libro puede solicitarse mediante el correo cedefu@ucol.mx y en el sitio web del CEDEFU.

En la presentación estuvieron también Ana Maribel Villicaña, responsable del programa “Murmullos en los muros” y coautora del libro y Carlos Eduardo Hernández, encargado de la Dirección General de Patrimonio Cultural y quien diseñó la portada del libro.