“Una bendición”, haber contraído el coronavirus

*El mandatario aseguró que buscará que todos los estadounidenses reciban el tratamiento experimental que le aplicaron a él

ESTADOS UNIDOS.- El presidente estadounidense Donald Trump dijo hoy que haberse contagiado de coronavirus es una “bendición de Dios”, y aseguró que buscará que todos los estadounidenses enfermos, en particular los mayores, reciban el tratamiento que él recibió, y que lo hizo sentir bien “de inmediato”.

Vía Twitter, Trump  difundió un video que inicia así: “Hola, quizá me reconozcan, soy su presidente favorito”. Elogió el coctel de anticuerpos sintéticos de la farmacéutica Regeneron. “Me dieron otras cosas, pero creo que esa fue la clave… Fue increíble, me sentí bien de inmediato. Dicen que es terapéutico, yo creo que es una cura”, señaló.

Mencionó también el tratamiento con anticuerpos cuya autorización para emergencias busca la firma de biotecnología Eli Lilly. “Si están en el hospital y no se sienten bien, vamos a a tratar de que las tengan, y que las tengan de forma gratuita”. Subrayó que tienen disponibles “cientos de miles de dosis” y que está listo para autorizarlas en casos de emergencia.

Sobre las vacunas, dijo que si bien considera que podrían estar listas antes de las elecciones del 3 de noviembre, está consciente de que “se involucra a la política” y que por ello es probable que tarden más, “justo después de la elección”.

“Quiero que todos reciban el mismo tratamiento que su presidente, porque me siento grandioso, perfecto. Creo que esto fue una bendición de Dios, una bendición disfrazada. Escuché de este fármaco, pedí tomarlo, fue mi sugerencia, pero hizo un trabajo fantástico”.

Insistió en acusar a China de esparcir el coronavirus y aseguró que “va a pagar un precio por lo que ha hecho a este país, por lo que ha hecho al mundo”.

REGRESA AL DESPACHO OVAL

El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió este miércoles al Despacho Oval a pesar de no haber superado la cuarentena por padecer la COVID-19 y de que esa oficina se encuentra en la estrecha Ala Oeste, donde trabajan decenas de personas.

Trump se desplazó al Despacho Oval la tarde del miércoles para que sus asesores le pusieran al día sobre la economía y el huracán de categoría 2 “Delta”, que se dirige a la costa sur de EU, informó a la prensa un portavoz de la Casa Blanca, Brian Morgenstern.

“Me acaban de informar sobre el huracán “Delta”, y he hablado con los gobernadores de Texas (Greg Abbott) y de Luisiana, John Bel Edwards. Por favor, sigan las indicaciones de sus líderes estatales y locales”, tuiteó Trump poco después.

Desde que volvió del hospital el lunes, el presidente ha estado trabajando desde la residencia presidencial, ubicada en el segundo piso de la mansión situada en el corazón de Washington.

Sin embargo, desde este martes había presionado a sus asesores para volver al Ala Oeste, aledaña al edificio principal y donde se encuentra el Despacho Oval, reconoció este miércoles el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows.

“Ayer él quería ir al Despacho Oval. Si decide ir (hoy) al Oval, tenemos allí protocolos de seguridad, no sólo equipos de protección personal, sino en cuanto a la ventilación”, dijo Meadows a los periodistas en la Casa Blanca.

Los asesores de Trump le convencieron este martes de quedarse en la residencia porque no veían claro que pudiera volver de forma segura al Despacho Oval, situado en el extremo de un Ala Oeste constreñida, donde decenas de sus asesores y de periodistas trabajan en un espacio muy pequeño.

Según su médico, Trump lleva más de 24 horas sin síntomas de COVID-19, pero todavía no está fuera de peligro, puesto que los pacientes de la enfermedad están en especial riesgo durante entre siete y diez días desde que se registran los primeros síntomas, algo que en el caso del presidente ocurrió supuestamente el pasado jueves.

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