Bebé Rodrigo recibió el primer trasplante de hígado

CIUDAD DE MÉXICO.- Los padres de Rodrigo temían lo peor, su pequeñito de tan solo dos años de edad requería un trasplante de hígado, pero en medio de la pandemia mundial de COVID-19 estos procedimientos quirúrgicos estaban suspendidos.

Kirenia -su madre- se ofreció a ser donadora, los médicos del IMSS en Jalisco analizaron el caso y accedieron a practicar el trasplante bajo estrictos protocolos de seguridad e higiene. Rodrigo se convirtió en el primer paciente pediátrico injertado de hígado durante la emergencia sanitaria por COVID-19.

El médico Roberto Ortiz, coordinador de Programas Médicos de la Coordinación de Donación y Trasplantes del IMSS, explicó que la operación se practicó en colaboración de especialistas de dos Unidades Médicas de Alta Especialidad: Hospital de Pediatría Centro Médico Nacional de Occidente y el Centro Médico Nacional Siglo XXI.

“Se cumplió con requisitos como un área de aislamiento especial, un quirófano equipado y pruebas negativas a COVID-19, a fin de reducir al mínimo el riesgo de infección. El paciente ya estaba programado antes de que iniciara la contingencia sanitaria, desafortunadamente la actividad tuvo que detenerse temporalmente, pero encontramos las condiciones para trasplantar”.

Por su parte, el cirujano pediatra del Centro Médico de Occidente, Juan Manuel Zertuche Coindreau dijo sentirse orgulloso del personal médico interdisciplinario que participó en la intervención quirúrgica.

“Estamos muy orgullosos de pertenecer a una institución en la que a través de la cooperación y muchas voluntades, se logró alcanzar este objetivo y salvar la vida de Rodrigo”.

El pequeño Rodrigo respondió perfectamente al tratamiento y cuidados post quirúrgicos. Hoy después de un mes de su intervención, recibió el alta médica y abandonó el hospital acompañado de sus padres.

“La verdad nos dieron la gloria, nos dieron otra esperanza que habíamos perdido en algún momento. Esta fue la mejor opción que pudimos tener. Estoy impresionado con este hospital, la verdad yo no cambiaría la atención que nos dieron aquí por la privada, fue de lo mejor. Además del buen resultado que se obtuvo con Rodrigo, la experiencia, el trato, han sido muy placenteros. Estamos contentos y muy agradecidos porque él está cambiado, ya es otro niño”, dijo Rodrigo Vian, padre del menor.

Kirenia estaba feliz de haber dado un segmento de su hígado para que su pequeño tuviera otra oportunidad de vivir. Ella hizo un llamado a las madres de familia que se encuentran en esa misma situación, a no tener miedo y darles una oportunidad de vida a sus hijos.

“Que no tengan miedo, que sí se puede. No hay mayor placer y no se siente cosa más bonita como persona que ayudar a otra que lo necesita. Donar un órgano salva la vida y aquí está la muestra. Siéntanse grandes porque salvan vidas, devuelven oportunidad, devuelven la paz a un hogar, el amor, la felicidad, y eso la verdad no tiene precio”, finalizó.

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